Cinco coronas sin reinado
Esta vez el atletismo cubano en los Juegos Panamericanos no fue yugo para los rivales. No dominamos el medallero del deporte rey...
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En otro momento la aseveración se hubiese impuesto como una verdad universal, una tan grande como la tremendísima voz de Sinatra o el virtuosismo de Louis Amstrong trompeta en boca. Pero esta vez el atletismo cubano en los Juegos Panamericanos no fue yugo para los rivales. No dominamos el medallero del deporte rey y alguien por ahí se rascará la cabeza mientras procesa que todo es relativo y que la vida solo sigue igual en las novelitas rosas.
No obstante —y aunque parezca paradójico—, de ninguna forma tuvimos una mala actuación. Con las coronas de Yorgelis Rodríguez en el heptatlón y de Richer Pérez en la maratón, fueron cinco las preseas doradas del botín. Además, cayeron dos de plata y una de bronce, que no son plato de segunda mesa, mas solo alcanzaron para un tercer lugar, por detrás de Estados Unidos (13-15-13) y Canadá (11-7-8) y algo que alimenta pero no llena, pues en las últimas justas continentales Cuba había mordido duro y al cuello.
Por ejemplo, en Guadalajara 2011 amasamos 18 títulos, seis metales plateados y nueve bronceados, mejor cosecha que la del gigante sudamericano (10-6-7) y la de nuestro vecino «de arriba» (4-8-6).
Mas, vayamos a los hechos recientes, que no siempre se puede andar látigo en mano. Temprano en la mañana, la maratón nos regaló un título inesperado, pues Richer rubricó marca personal de 2:17.04 horas.
Otro alegrón inmenso vino con la firma de Yorgelis, reina absoluta en el heptatlón. De punta a cabo mandó la guantanamera y más joven entre todas las participantes, al completar 6 332 puntos, nuevo récord panamericano.
Concluyó primera en su heat de los 100 metros con vallas (13.81 segundos). También mandó en el salto alto (1,83 metros), fue tercera en el lanzamiento de la bala (14,14 metros) y líder en su carrera de 200 metros (24.25 segundos). En el salto largo impuso respeto, merced a 6,25 metros (927 puntos), y en la jabalina metió miedo (48,32 metros).
Ya en el epílogo, quedó fuera de alcance para la estadounidense Heatler Miller, con un registro de 2.22,01 minutos en las dos vueltas al óvalo. La también cubana Yusleidys Mendieta terminó en el quinto sitial (5 860).
Y en una de las pruebas más emotivas de la noche, la cuarteta masculina cubana de los 4x400 metros se gastó una soberana carrera para entrar segunda a la meta, pero al final fue descalificada. Así, el título fue para Trinidad y Tobago (2.59,60), la plata para Estados Unidos (3.00,21), y Bahamas (3.00,34) se adueñó del bronce
Un rato antes, el relevo largo femenino no anduvo fino y con muy malos cambios entró en el cuarto escaño (3.31,22). Estados Unidos agarró el cetro (3.25,68), Jamaica (3.27,27) la plata y Canadá el bronce (3.27,74).
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