Las noticias en la noche del martes, provenientes desde el Campeonato Mundial de Lucha, parecían ideales (y en realidad, pese a un triste desliz, lo son muchísimo…). Primero supimos que Ismael Borrero (división de los 59 kilogramos del estilo grecorromano) se alzó como nunca y llegó al oro. Y que el estelarísimo Mijaín López (130 de la misma modalidad) iba por la corona. Había confianza en su sexto título. Pero no llegó…
Vamos hoy, y confiamos en que el gran Mijaín lo entiende, a comenzar escribiendo de nuestro exponente en la división más pequeña de este duro certamen, que se disputa en la ciudad estadounidense de Las Vegas.
Hay que aplaudir y sacar los signos de admiración para… ¡Ismael Borrero! (como también para Mijaín).
El muchacho, 23 años de edad, 1.65 metros de estatura, había mostrado progresos importantes con su quinto lugar hace un año en el mundial de Tashkent 2014, pero eso no le garantizaba nada para esta ocasión, tenía que mostrar que no era un hecho aislado. ¡Y lo mostró con creces!
En la final, por ejemplo, se dio banquete abusivo de 8-0, siempre según lo reflejado en páginas web, contra el azerí Rovshan Bayramov, nada más y nada menos que medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012.
Bayramov mereció en mundiales la de oro en Estambul 2011, plata en Guangzhou 2006 (más la de ahora) y bronce en Herning 2009.
Borrero estuvo imponente también en las semifinales, 8-0, ante el kazajo Almat Kebispayev, plata en Estambul 2011, bronce en Moscú 2010.
El camino lo empezó ganándole 4-2 al estadounidense Spencer Mango, con lo cual aprovechó la revancha de los Juegos Panamericanos de Toronto (10 al 26 de julio pasado), un desenlace que entonces lo dejó séptimo.
Tuvo que sudar, en pelea decidida por solo un punto, 5-4, ante el germano Deniz Menekse, bronce en el Campeonato Europeo de Zrenjanin (Serbia) 2011.
Luego le resultó más fácil, 8-0, el bielorruso Soslan Daurov, plata este año en los Juegos de Europa, en Bakú (Azerbaiján).
Y electrizante fue su duelo, 8-6, contra el sudcoreano Kim Seung-hak, quinto en el Campeonato Mundial Juvenil de 2012, en Pattaya (Tailandia).
¡Felicidades, Borrero!
DURO INICIO
El de más posibilidades de conseguir una medalla de oro era, como es lógico, López, de 1.96 metros de estatura, 33 años de edad, dos veces campeón olímpico, en Beijing 2008 y Londres 2012, así como cinco en mundiales.
Esta vez su primer rival, todavía sin calentar los motores, era un hombre con un expediente y una historia a tener muy en cuenta: el ruso Bilyal Makhov, también de 1.96 metros de estatura, un destacado ex librista que un buen día decidió pasarse a la grecorromana. ¿Será porque ella es hasta 130 y la otra hasta 125? Pudiera ser...
Y decimos que es hombre a tener en cuenta porque cuando estaba en su estilo anterior ganó en la categoría de los 120 tres medallas de oro en mundiales (Bakú 2007, Herning 2019, Moscú 2010), y también una de plata (Estambul 2011). No es todo: bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Se apareció en el estilo clásico en la cita del orbe de hace un año, en Tashkent, y se fue de allí con de bronce.
El próximo día 20 cumplirá 28 años de edad, y es de pensar que llegó pensando en celebrarlo con una presea. No fue un sueño, sino una realidad: se quedó con una de las de bronce.
Ese combate finalizó… ¡2-1!
Luego Mijaín venció por 3-0 al lituano Mindaugas Mizgaitis, bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, lo cual quiere decir que coincidieron en aquel podio, en el que el cubano subió al punto más elevado. Mizgaitis es un veterano de 35 años de edad.
OTRA VEZ EL MISMO RIVAL
Un marcador parecido, 2-0, logró ante el estonio Heiki Nabi, al que había vencido en la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y quien posee también importantes éxitos: oro mundial en los 96 de Guangzhou 2006, oro en los 120 de Budapest 2013 (sin el cubano), bronce en Tashkent 2014.
Y apretó el acelerador, 8-0, contra el estadounidense Robbie Smith, quien estuvo en La Habana hace un año y terminó con bronce en el torneo Granma, celebrado en la Ciudad Deportiva, y también vino al de 2013, cuando quedó séptimo.
Le tocó entonces enfrentarse a otro muy conocido para él, como lo es el turco Rıza Kayaalp, quien de forma sorpresiva lo venció en casa en el mundial de Estambul 2011.
“No me gana más”, recuerdo que me dijo entonces.
Se midieron otra vez en una pelea de semifinales (en realidad una verdadera final) de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y el desquite fue aprovechado de una forma muy nítida.
Y le había ganado también en la final del mundial de Tashkent 2014, luego de pasar un año de semidescanso, para llegar lo mejor posible a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Kayaalp, 1.81 metros de estatura, 25 años de edad, tenía antes medallas de bronce en Herning 2009 y Moscú 2010, la de oro en Estambul 2011, de plata en Budapest 2013 (¡no aprovechó la ausencia de Mijaín!) y Tashkent 2014.
Ahora la pizarra reflejó un 1-0.
Los dos cubanos, por supuesto, lograron clasificaciones para los Juegos Olímpicos de Río 2016, en este caso válidas para los cinco primeros de cada una de las divisiones.
Y, bueno, si no estamos felices del todo, es porque el gran Mijaín López nos tiene acostumbrados solo al oro…
Sabemos que ahora no se encuentra feliz, pero a pesar de ello… ¡Felicidades, Mijaín!
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