No hay justificaciones. Argentina ganó gracias a un golazo de Messi, una joyita de las que nos tiene acostumbrado, pero la albiceleste fue de lo peor. Gris como nunca, anémica, apática, no hay calificativos para el juego desplegado por los de Sabella.
Sin ideas, la albiceleste parecía un espectro vagando por todo el terreno. Di María desaparecido, Messi maniatado y aislado, Higuaín fuera de su posición y buscando balones donde no le tocan, Agüero desaparecido y sin recursos, Zabaleta fuera de forma física, Mascherano y Gago incapacitados para hilvanar una jugada o realizar un pase al espacio, y Garay y Fernández regalando las espaldas a delanteros semidesconocidos. Quizás solo sea salvable un portero vilipendiado hasta el cansancio y Marco Rojos, no muy certero pero sí claro en sus funciones.
Al parecer, para los sudamericanos, encarar no era una opción. Todo querían hacerlo a través de pases; nadie regateaba, nadie enfrentaba a los iraníes, como si se tratasen de jugadores de primer nivel. El miedo se ha apoderado de esta selección.
Queiroz trazó un plan y este salió a la perfección, si no fuese por un la genialidad de Leo. Para colmo, Sabella no tenía idea de qué ocurría. Su solución fue sacar a Higuaín y Agüero, como si los delanteros fuesen los responsables de la creación del juego. Argentina necesita reforzar el mediocampo, es imposible apostar por dos laterales de largo recorrido si la media no te respalda. La defensa no anda bien, pero cuando unos delanteros de velocidad se encuentran sin obstáculos para avanzar a velocidad de crucero por el campo, los centrales terminan muy mal parados.
La albiceleste necesita repoblar el campo llenarle las espaldas a Messi de hombres capaces de pasarle el balón. Lionel no necesita un compañero, sino la posibilidad de recibir al borde del área con el esférico controlado, para marcar o pasar a quien prefiera. Si Argentina quiere ganar, deberá sentar cabeza y evolucionar, buscar soluciones. Hasta ahora ha enfrentado a rivales inferiores, con muchas carencias, pero cuando le toque chocar con Bélgica u otro equipo similar, el desastre puede ser mayor.
1. Argentina: Romero; Zabaleta, Garay, Federico Fernández, Rojo; Gago, Mascherano, Di María (Biglia 90’); Agüero (Lavezzi 77’), Messi e Higuaín (Palacio 77’).
0. Irán: Haghighi; Montazeri, Hosseini, Sadegi, Pooladi; Teymouran, Nekounam, Masoud (Heydari 77’), Haji safi (R. Haghighi 88’); Dejagah (Alireza 85’), Reza
Goles: 1-0, Messi (90’+1),
Árbitro: Mirolad Mazic (Serbia). Amonestó a Nekounam (53’), Masoud (73’).
Estadio: Mineirao (Belo Horizonte).
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