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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Béisbol: título mundial y algunas preguntas

El equipo Cuba, categoría sub 15, ganó el oro frente a Estados Unidos en un campeonato universal que deja muchas enseñanzas y comentarios...

Joel García León en Exclusivo 12/08/2014
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La victoria en el campeonato mundial del grupo de peloteros cubanos nacidos en 1999 fue la noticia tardía del fin de semana —el partido final contra Estados Unidos terminó 6-3 bien tarde en la noche del domingo—, pero no por ello menos feliz para una disciplina necesitada de esos premios internacionales, cual verdadera escuela de béisbol para el mundo.

Los adolescentes dirigidos por Francisco Acosta jugaron sueltos en Sinaloa, México, y enseñaron ofensiva imponente, pitcheo certero y la mejor defensa del certamen, aunque sus dos derrotas en la segunda fase estuvieron a punto de complicar su boleto a la discusión del título frente a los estadounidenses, invictos hasta el encuentro del cierre.

El zurdo Adrián Morejón lanzó todo el tiempo por Cuba en el partido decisivo y se desquitó del revés sufrido el 6 de agosto frente a los propios norteños. A ritmo de 12 ponches, una base por bolas y siete espaciados hits con tres carreras, el joven bisoño guió desde la lomita al primer título de los cubanos en esta categoría sub 15, en la cual quedaron segundos en 2012, detrás de Venezuela.

Las estadísticas consultadas en el sitio www.ibaf.org, muestran tres nombres claves para Cuba en esta lid mundialista: el jardinero Lázaro Almenteros  (26-12- AVE 462), con tres dobles, cinco triples y ocho impulsadas; el inicialista Ernesto Martínez (39-17- AVE 436), con tres tubeyes, un triple, el único jonrón del equipo y 11 remolcadas; y el antesalista Miguel Vargas (33-13- AVE 394) par de dobles, igual cantidad de triples y ocho empujadas.

Como si fuera poco, el conjunto nacional fue el segundo de más bateo dentro del torneo (328), lanzó para 1.96 promedio de carreras limpias (solo mejores Estados Unidos 1.62 y Japón 1.91) y cometió 11 errores. Sus victorias fueron holgadas en la primera vuelta: 12-2 sobre Argentina, Venezuela y Australia, 30-0 frente a Lituania y 21-0 ante Hong Kong.

Ya en la segunda fase se concentraron las mejores escuadras y los nuestros abrieron con derrota frente a Estados Unidos 2-10, luego dominaron por la mínima a Taipei de China 3-2, cedieron ante México 2-5, y finalmente dominaron 2-1 a Panamá. Es decir, el balance total de la escuadra fue de nueve victorias y dos reveses, contando el partido final.

¿Todo está perfecto en esta categoría con un galardón dorado a nivel mundial? ¿Cuántos de estos jóvenes veremos pronto en las sucesivas categorías con igual o mejor rendimiento? ¿Esta selección era la mejor que podíamos presentar para una lid de este nivel? ¿Qué nos faltó para un desempeño menos tenso en los finales?

Todas estas preguntas tienen respuestas claras. Nuestro campeonato nacional sub 15 todavía está necesitado de más partidos y de un sistema más integral con divulgación incluida. Nunca deberá confundirse tener talentos por arrobas con resultados internacionales de manera proporcional.

Muchos muchachos pudieron vestir el uniforme del Cuba, pero solo 20 lo lograron, y lo más importante es que la cantera de 150 a 200 jugadores hayan recibido merecida atención en sus respectivas provincias para no perderlos por el camino por decisiones burocráticas o faltas de oportunidades en las próximas lides.

Desde la distancia, se aprecia que el trabajo del colectivo de dirección fue bueno y cohesionado, sobre todo si tomamos en cuenta que en esas edades todavía no se dominan todas las herramientas posibles del béisbol y el entrenamiento va enfocado en eso más que en la forma física o deportiva.

El título mundial sub 15 no debe reposar en una vitrina. Hace falta enseñarlo en todo el país, como continuidad de un trabajo llamado a perfeccionarse si queremos un festejo mayor en las categorías sub 18, sub 21 y élite.    


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Joel García León


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