Las gradas del José Ramón Cepero de esta ciudad comenzaron a llenarse bien temprano. Alrededor de las seis de la tarde de este viernes, apenas quedaba espacio libre y todos se preparaban para disfrutar de lo que, en teoría, podía ser el último juego de la campaña beisbolera. Pero sin avisar, el cielo fue otro y lo que inicialmente fue una sospecha en forma de gruesas gotas, se convirtió en un torrencial aguacero que forzó la posposición del pulso.
En la tribuna, miles de avileños y otros cientos de pinareños que hicieron el largo viaje para apoyar a los suyos, mantuvieron las esperanzas hasta el anuncio oficial. Después de revisar el estado del diamante, las máximas autoridades del béisbol cubano determinaron que era imposible restablecer las condiciones del terreno, por lo que hoy, a partir de las 7:15 p.m., Tigres y Vegueros protagonizarán el esperado sexto partido de la serie, que marcha 3-2 a favor de los locales y tiene en vilo a toda la afición.
Lejos de refrescar, la irrupción de la lluvia aumentó el suspense beisbolero que se vive por estos días. Sin duda, fue mejor recibida en el banco de tercera base, donde se fraguó un cambio de planes. «Ya no será Dachel Duquesne el abridor del próximo juego. Utilizaremos ahora a Vladimir García», comunicó a este redactor el timonel Roger Machado, poco antes de abandonar junto a sus pupilos el estadio en el que aún se sentía el entusiasmo de la afición. También trascendió que el capitán y paracortos Yorbis Borroto, ausente en los últimos dos partidos por una luxación en uno de sus brazos, estaba listo para incorporarse a la alineación de los dueños de casa.
En el bando pinareño, el compás de espera también pudiera tener su parte buena, pues contribuiría a la recuperación de sus no pocas piezas que andan entre algodones, como los jardineros Yusniel Ibáñez y Lázaro Ramírez, y el inicialista William Saavedra, por solo citar algunos.
Sobre el papel, la decisión potencia las opciones locales de cerrar el lazo a unos pinareños que se niegan a capitular. Después de dos salidas exitosas en la actual postemporada, el líder de la rotación avileña llega al importante desafío con cinco días de descanso y balance de un triunfo y un revés, aunque el pasado lunes, en la más reciente incursión ante la novena occidental, fue castigado con cuatro carreras y seis imparables, entre ellos par de vuelacercas.
El movimiento suma mayor interés al choque, habida cuenta de que en el otro bando saldrá a sostener las posibilidades de supervivencia el también derecho Yosvani Torres —la carta más fiable para el mánager Jorge Ricardo Gallardo—, también derrotado ante los Tigres en el tercer juego, celebrado hace seis días.
Así las cosas, la final continúa con pronóstico reservado, y si los Vegueros concretan la proeza de forzar el pulso hasta el límite, los organizadores confirmaron que el choque dominical se jugaría a partir de las 5:00 p.m. Y tal como van las cosas, no estaría mal prepararse para lo mejor.
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