Y prueba fehaciente, directa, viva y palpable, es precisamente uno de los grandes aficionados a lanzar las bolas al aire vía ruta mediática, donde las caras no se ven y los debates son a extrema distancia…el señor presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Así, semanas atrás, cuando aún se hablaba de la posible cumbre entre Pyongyang y Seúl, realizada este 27 de abril con el firme propósito de borrar las tensiones mutuas, desnuclearizar la región, y abrir nuevos y fructíferos vínculos bilaterales, el Jefe de la Casa Blanca hizo gala otra vez de su probada inmodestia al escribir en uno de sus habituales twiters: "Con todos los fracasados 'expertos' opinando, ¿alguien de verdad cree que sería posible el diálogo entre Corea del Norte y del Sur si yo no me hubiera puesto firme, fuerte y estuviera dispuesto a comprometer nuestro total 'poderío' contra el Norte. ¡Tontos, hablar es algo bueno!".
¿Y cómo le va a faltar la razón a un “genuino hijo del Mundo Libre? Era “evidente”, y así lo proyecta el señor presidente, que gente canija, de piel amarilla, mechones lacios y negros, ojos rasgados, y “metidos” en eso de hacer bombas atómicas y portadores de mediano y largo alcance, temblaran ante las advertencias, exigencias y amenazas de un seguidor del general Custer, Búfalo Bill, Superman, los Halcones Negros, Batman, Dic Tracy, el Capitán América, la Mujer Maravilla, Rambo, y Rocky uno, dos, tres, etc….
Por supuesto que, dedujo el inquilino de la Oficina Oval, en Pyongyang las manos temblaron, los rostros se contrajeron de terror, la desazón se hizo pan de cada minuto, y presuroso Kim Jong-un levantó bandera blanca y pidió a gritos hablar con sus vecinos, en cuyo territorio se albergan nada más y nada menos que 28 mil aguerridos “muchachos Made in USA” listos para “hacer su trabajo”.
Así, en su imaginería de Comics, quienes tienen poder y no saben de política, edifican su propia historia y conforman su propia figura a tono con lo que llevan grabado en un íntimo “disco duro” cargado de presunta superioridad con respecto a una humanidad de ineptos designados por la Providencia a servir, obedecer, acatar y recibir aleccionadoras palizas cuando desvarían y confunden el camino establecido.
Pero en la concreta, la historia va siendo otra desde hace un buen rato. Los “canijos de ojos rasgados” aguantaron a pie firme la artificial división impuesta al país, una devastadora guerra expansionista, y las tensiones y provocaciones al por mayor, y levantaron un aparato defensivo que terminó por hacer llamar al orden y la cordura a los tradicionales agresores.
Y es que los arsenales llenos, pero no utilizados, se convirtieron en este caso en la llave que abrió la cerradura política en la búsqueda de sensatez, compromiso y de un ambiente de respeto mutuo en un espacio de primer orden para la geopolítica hegemónica de la primera potencia capitalista.
Ahora, Donald Trump tiene programado reunirse con el máximo dirigente de Corea del Norte en las próximas semanas, y asegura que está buscando dónde efectuar ese encuentro luego de haber propalado horrores sobre su futuro interlocutor.
Pero cuando se vean finalmente cara a cara, seguramente no podrá portarse ni por asomo como uno de esos superdotados personajes de historietas que viene a imponer, comandar y exigir de la otra parte a partir de su presunta debilidad, incapacidad, y probada inferioridad en materia física, mental, moral, ética, material y política.
Porque no se sentará frente a Kim Jong-un como un “vencedor”, sino como alguien que en medio de su festival eterno de alardes, tendrá en realidad que morder la soga y digerir las tres correspondientes tazas de caldo Made in RPDC por poco que le gusten.
manoolo
7/5/18 13:21
Sencillamente EXCELENTE !!!! Veremos al humanoide haciendose el guapo ?? manoteandole al 'chinito tembloroso"??? LO DUDO, hace años que les perdieron el miedo y el respeto, desde 1953 que los hicieron hiur como en VietNam... Viva los pueblos libres del mundo !!!
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