En la política brasileña, que algunos consideran un juego de dominó con fichas marcadas, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva sigue de puntero en las intenciones de voto de las elecciones para sustituir al desprestigiado no electo Michel Temer en el Palacio de Planalto.
Variopintas informaciones de índole política y económica circulan en estos días en el gigante suramericano, que con más de 200 millones de habitantes e inmensas riquezas naturales, aparece, sin embargo, como el más desigual en la distribución de la renta en el planeta.
Salvo los tres gobiernos consecutivos del Partido de los Trabajadores (PT) encabezados por Lula y Dilma Rousseff que sacaron de la pobreza a 48 millones de brasileños, ningún otra agrupación gobernante podría mostrar cifras siquiera cercanas, amén de la implantación de varios e importantes programas sociales de beneficio popular, ahora proscriptos por el de facto Temer.
Aunque el líder petista gobernó en una etapa de bonanzas en el sistema económico internacional, para la población más vulnerable su jefatura en el gobierno significó un parteaguas en la política interna.
Su sustituta, sin embargo, que se vio superada por una economía capitalista en crisis, la traición de su vicepresidente y el sometimiento al juicio político que la derrocó, nunca retiró un centavo de las misiones sociales.
Lula da Silva, de 72 años, ganó en las últimas semanas seis puntos porcentuales en la intención de voto para las presidenciales del segundo semestre del próximo año, lo que consolida su liderazgo en ese país.
Lo significativo de que creciera del 26 al 32 % en las preferencias de los posibles votantes es que ocurriera precisamente entre julio pasado, cuando el juez federal Sergio Moro lo condenó a nueve años y medio de prisión por supuesta vinculación con el escándalo de corrupción de Petrobrás, y este mes, lo cual demuestra que sus millones de seguidores creen poco en la llamada justicia de Brasil.
El Instituto DataPoder360, que hizo la encuesta, significó también que Lula da Silva, quien ya aseguró piensa candidatearse de nuevo a un tercer mandato, resulta ganador frente a otros dos eventuales rivales.
Otros posibles candidatos también están muy por debajo de quien fuera un prestigioso líder obrero del sector metalúrgico en Sao Paulo.
DataPoder360 dijo que si en la contienda se presentaran el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckim, de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Ciro Gómez, del Democrático Laborista (PDL), y Marina Silva, de Red, los números arrojan una intención de voto de 32, 25, 4, 4, y 3 %, en ese orden.
Moviendo las fichas, y si el PSDB presentara al alcalde de Sao Laulo, Joao Doria, entonces Lula vencería con el 31 % de las boletas. Le seguirían Jair Bolsonaro, 18; Doria, 12; Gómes, 6 y Marina, tres.
En caso de que el expresidente no participara en las presidenciales, el PT llevaría en su lugar al ex alcalde de Sao Paulo Fernando Haddad y entonces ganaría Bolsonaro, con 27 y 25 % de apoyo, respectivamente.
Periódicos brasileños, como el digital Brasil 247, consideran que el crecimiento de los posibles votos para Lula se debe a la percepción popular de que existe una conspiración judicial en su contra —tal como denuncia el PT y los movimientos populares— mientras los verdaderos corruptos, ya conocidos por el pueblo, tanto del PSDB como del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Temer, son favorecidos por la Magistratura al más alto nivel.
En entrevista de ese diario al gobernador petista de Minas Gerais, Fernando Pimentel, este dejó claro que la candidatura de Lula dejó de ser una esperanza para convertirse en la única realidad posible de sacar al país del caos político y económico, y el desprestigio a nivel mundial en que la sumió Temer, en solo un año de gobierno.
En una campaña electoral no declarada, el ex mandatario obrero comenzó este jueves un recorrido por nueve estados de la región nordeste, una de las más pobres del país, donde entrará en contacto directo con el pueblo.
Se trata de un espacio de análisis y reflexión fomentado por Lula y la población con la que hablará y debatirá diferentes asuntos para la construcción de un programa para Brasil, según indican analistas.
La gira por 25 ciudades partió de la estación del metro en el barrio de Pitausu, en San Salvador de Bahía, desde donde se trasladó al espacio La Pupileira para la presentación del libro “Comentarios a una sentencia anunciada: el proceso Lula”, al que muchos califican como uno de los más importantes textos jurídicos de las últimas décadas.
También en ese Estado de gran riqueza cultural, este viernes el exmandatario recibirá el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Federal de Recóncavo de Bahía y después estará en el Festival de la Juventud en la ciudad de Cruz de las Almas.
En opinión de Gilmar Santiago, presidente del PT en Salvador de Bahía, la tierra del célebre escritor Jorge Amado, la ciudadanía precisa conocer las interioridades de la persecución del juez federal Sergio Moro y su justicia manipulada junto con los medios de comunicación.
La etapa inicial de esta gira, que comprende 3 700 kilómetros, incluirá los estados de Bahía, Alagoas, Sergipe, Pernambuco —donde nació el exmandatario— Piauí, Paraiba, Río Grande do Norte, Ceará y Maranhao, donde radica un cuarto de la población brasileña.
El dominó político de Brasil se sigue moviendo. El “Frente Pueblo Brasil sin miedo” exhortó a la ciudadanía —en la misma sintonía que Lula— a pensar un nuevo proyecto para Brasil, ya que el actual mantiene al país en lo que esa organización considera la mayor crisis de institucionalidad en democracia.
El Frente está constituido por movimientos sociales, sindicatos y colectivos de distintos signos que ahora disponen del portal “Vamos sin miedo de cambiar Brasil” donde la ciudadanía puede depositar sus ideas sobre posibles transformaciones de la realidad nacional.
Las sugerencias de proyectos deben girar en cinco ejes de la democratización: de los territorios y el medio ambiente, economía, poder y política, comunicación y cultura, y el programa negro, feminista y LGTB.
El próximo día 26, el Frente presentará su proyecto en Sao Paulo, al que seguirán otros eventos de debate.
Malas son las noticias para el estudiantado de Brasil y otros sectores víctimas de los recortes presupuestarios impuestos por el gobierno de Temer, denunciado en el Congreso Nacional por corrupto y con cargos desestimados por la Comisión que daría curso al caso en la Cámara de Diputados.
En un año de mandato en que 14 millones de personas quedaron sin empleo, y más de un millón de familias dejaron de percibir la ayuda económica de Bolsa Familia, creada por el gobierno petista, las universidades federales de Brasil podrían funcionar solo hasta septiembre próximo debido a la carencia de respaldo económico.
Emmanuel Tourinho, presidente de la Asociación Nacional de Dirigentes de las Instituciones Federales de Enseñanza Superior (Andifes), precisó a periodistas que los valores previstos para el financiamiento de esas casas de altos estudios son insuficientes para pagar gastos regulares, como energía y servicios de mantenimiento.
Los recortes dispuestos por Temer colocan en riesgo la educación superior, dijo el también rector de la Universidad de Pará, quien instó al Ejecutivo a revisar de inmediato los presupuestos o el perjuicio a largo plazo será incalculable, indicó la Agencia Brasil.
Ese medio también difundió declaraciones de la decana de Planificación y Presupuesto de la Universidad de Brasilia, Denise Imbroisi, quien calculó los recursos de la Casa solo hasta finales de este mes y principios del próximo.
La Decana comentó su disposición a mantener abierta la Universidad y marcó el déficit presupuestario del actual curso académico en más de 32 millones de dólares.
Otro tanto sucede en la emblemática Universidad Federal de Río de Janeiro, donde muchos pagos pendientes del 2016 debido a la reducción del dinero se hicieron este año, para repetir un catastrófico ciclo.
Otros sectores impactados por los recortes del gobierno son las Fuerzas Armadas, imposibilitadas de proteger las fronteras nacionales al quedar interrupto el Sistema Integrado de Monitoreo de esas zonas (Sisfrom), encargado de auxiliar la fiscalización de entrada ilegal de armas y drogas a la gigantesca nación de 8 000 000 de kms2.
El portal de noticias UOL precisó que altos mandos militares dijeron que el gobierno congeló más de un tercio de los dineros previstos para este año, en el orden de los 130 millones de dólares.
Esas fuentes castrenses, según UOL, advirtieron que las medidas de Temer ponen en riesgo de colapso a las Fuerzas Armadas de Brasil.
En otra ficha mal movida, la prensa brasileña anuncia este miércoles que Temer y su ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, causaron el mayor desastre fiscal en la historia nacional, con el notorio aumento del déficit en las cuentas del Gobierno central que hasta 2019 alcanzará más de 62 000 millones de dólares.
En un anuncio televisado el pasado martes, Meirelles informó que este año el déficit fiscal aumentará a unos 50 000 millones de dólares —en 2016 ascendió a más de 43 000 millones de dólares— mientras su crecimiento también se observará en 2018.
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