El triunfo de la coalición política encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en recientes elecciones municipales consolida la democracia en Nicaragua, atacada por Estados Unidos con la imposición de la Nica Act que impide la entrada de inversiones a esa nación centroamericana.
La Nica Act, aprobada por la Cámara de Representantes en octubre pasado, debe ser sancionada por el Senado y luego refrendada por el presidente Donald Trump, en una acción que el gobierno de Daniel Ortega calificó de injerencista y contra el proceso revolucionario que lidera.
La dirección política nicaragüense afirmó en un comunicado, que la ley Nicaraguan Investment Conditionality, conocida como Nica Act “es una violación a la soberanía de Nicaragua y una negación de todos los procesos políticos, sociales, culturales, y económicos, que en nuestra Patria se desarrollan, para mejorar la vida de todos”, indica un comunicado del Gobierno.
Según el gobierno ultraderechista estadounidense, la implantación de la regulación inversionista está condicionada a elecciones democráticas, que, en esta ocasión, y por mutuo acuerdo con Ortega, fue acompañada por observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y más de 2000 nacionales, para callarle la boca a Trump, pues Nicaragua, apuntan analistas, nada tiene que esconder en la celebración de sus comicios.
Si el interés de los ideólogos de la Casa Blanca era atemorizar a la población nica con la presunta restricción de las inversiones —que deberá pasar por su aprobación— el tiro salió por la culata, pues el sandinismo arrasó de nuevo en esta liza en que hubo 6088 cargos en disputa: 153 alcaldes para igual número de municipios, vicealcaldes, concejales y sus suplentes.
Con la participación de 51,7 % , de los casi 4 000 000 de convocados, la alianza unida, Nicaragua Triunfa, encabezada por el FSLN, obtuvo 135 alcaldías de las 153 en liza, indicó el Consejo Supremo Electoral (CSE) en su tercer y último boletín sobre los resultados, el pasado martes.
Ello significa que la alianza del Frente obtuvo un 1 321 067 votos, luego de escrutadas el 98,7 % de las boletas.
El Partido Liberal Constitucionalista (PLC), en segundo lugar, logró 315 132 sufragios, Ciudadanos por la Libertad (CPL) 184 321, Conservador 25 664 y Yatama, de carácter regional, 24 245, Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) 21 077, aunque las encuestas daban cifras más reducidas para esas agrupaciones.
Los resultados apuntan a que el PLC se alzó con 11 alcaldías, CPL, seis y ALN, con una, según las cifras aportadas por el CSE.
Desde hace días, el ambiente que se vivía en la volcánica nación del centro americano era de festejos por la nueva demostración democrática. La conciliación política lograda por el gobierno sandinista con distintos actores políticos de izquierda o progresistas, el empresariado, los sindicatos, organizaciones estudiantiles, activismo social y la Iglesia Católica hace imbatible en la práctica el proceso revolucionario.
En ese panorama de paz, resulta casi inviable el triunfo de una oposición dividida en partidos pequeños, sin líderes de talla nacional.
La confianza del pueblo en su gobierno y los programas de desarrollo que acomete se expresó el pasado año cuando en las presidenciales la dupla de Ortega y de Rosario Murillo como vice ganó más del 72 % de los votos válidos.
Aunque con un carácter diferente, ya que ahora se escogieron los políticos que trabajarán en la base para llevar adelante los proyectos oficialistas, la población demostró que siguió el mismo camino de octubre del año pasado, y la carta blanca dada al FSLN en la Primera Magistratura también alcanza los municipios del país.
Aunque todavía falta mucho por hacer en Nicaragua en tema de desarrollo y asistencia social, el ejecutivo continúa trabajando en los programas de bien común y restitución de derechos para avanzar en materia de salud, educación y seguridad jurídica. El Bono Productivo Alimentario benefició en 2016 a 51 000 familias, mientras el programa Usura Cero entregó 142 000 créditos. También ese año se entregaron 633 000 paquetes alimentarios solidarios para igual cantidad de familias.
Este año, 200 000 nicaragüenses recibirán nuevas viviendas, en tanto se espera un crecimiento de 4,5 % del Producto Interno Bruto (PIB).
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