Reportes de agencias humanitarias alertaron recientemente cómo “languidecen” en un letargo 500 000 supervivientes de la violencia perpetrada por grupos terroristas y delincuenciales en el nordeste de Nigeria.
Los informes se refieren a quienes migraron y sobreviven inseguros en zonas fronterizas de Camerún, Chad y Níger, cuyos campamentos son amenazados por incursiones de bandas armadas.
Mientras subsiste ese peligro las autoridades de Abuja manifiestan su preocupación y dan pasos para remediar tal situación, considerada compleja por la diversidad de factores que inciden en ella, tanto en lo humanitario, lo político y lo económico.
Imaan Suleiman-Ibrahim, jefa de la Comisión Nacional para Refugiados, Migrantes y Desplazados Internos, aseguró que el gobierno de Muhammadu Buhari repatriaría a las víctimas de los ataques de la secta Boko Haram, con lo cual actualizó las esperanzas del retorno.
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Ella detalló las complejidades del proceso del regreso en el evento paralelo de alto nivel sobre "Fortalecimiento de la resiliencia y mantenimiento del desarrollo: un enfoque de desarrollo humanitario y paz para no dejar a nadie atrás" de la reciente 77ª Asamblea General de Naciones Unidas.
Al asunto de la repatriación segura se une la tendencia a la reducción de la destacamentos extremistas, por ejemplo, en el asediado estado nigeriano de Borno, donde en los últimos tiempos depusieron las armas 90 000 extremistas arrepentidos.
“Esto nunca ha sucedido en ninguna parte de la historia del mundo. La insurgencia está llegando a su fin”, declaró el gobernador Babagana Zulum, sobre el resultado de las acciones de convencimiento ideológico y las operaciones militares.
El propio funcionario estadual manifestó: “No es necesario enfatizar demasiado en el nexo entre la paz, la seguridad y el desarrollo. Si no hay paz, no habrá seguridad, y si no hay seguridad, no hay desarrollo”
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Zulum informó que el presidente Buhari inauguró el comité para la repatriación de nigerianos que viven en Chad, Camerún y Níger, lo que se presume será un proceso paulatino coordinado con esos Estados y organizaciones humanitarias.
Actualmente algunas reflexiones sobre el proceso de vuelta y el bienestar seguro de los refugiados toman en cuenta que Nigeria avanza hacia unas elecciones presidenciales en 2023, y en cuya campaña previa se deberán debatir con fuerza tales temas.
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