Las amenazas de una intervención armada por Estados Unidos no detienen el proceso revolucionario venezolano, que desde su Asamblea Nacional Constituyente (ANC) dicta regulaciones y busca la paz, mientras el pueblo se prepara para las elecciones regionales, uno de los momentos políticos más importantes de este año..
Desde su instalación el pasado día 4 con el aval de 8,89 millones de personas que votaron en elecciones libres, universales, directas y secretas el pasado día 30, la ACN ANC no se ha dado un día de respiro pues tiene bajo su jurisdicción a todos los poderes institucionales, incluyendo la presidencia de la República.
Son 545 mujeres y hombres representantes de todos los territorios y sectores de la nación, bajo la presidencia de la abogada Delcy Rodríguez, los que analizan, discuten, profundizan y aprueban, en el derecho que les otorga el poder originario, las distintas temáticas políticas, económicas y sociales que llevarán a esta nación, según consideran, a la paz y a un desarrollo post-petrolero.
No han hecho Mella mella alguna han hecho en estos constituyentes las amenazas de un ataque militar proferidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pasado viernes mientras vacacionaba en su club de golf Bedminster. La intromisión de Trump en los asuntos internos de una nación libre y democrática fue rechazada de inmediato por estas mujeres y hombres que representan a la sociedad civil venezolana.
Las palabras del republicano no detienen en modo alguno el vigor de la ANC, considerada por el presidente Nicolás Maduro como la única opción posible para blindar la Revolución Bolivariana con nuevas leyes acordes con la actualidad que vive el país, bajo una guerra sucia orquestada por las oligarquías internacionales y la violencia opositora, que desde hace cuatro meses deja un saldo de más de 100 fallecidos y centenares de heridos.
La ANC, que sesiona en el Palacio Federal Legislativo en Caracas, ha adoptado varias medidas importantes, entre ellas y por unanimidad, el decreto que adelanta las elecciones de gobernadores para el mes de octubre, cuando estaban previstas para el próximo 10 de diciembre.
El constituyente Earle Herrera hizo la propuesta que dará la oportunidad, si así lo estiman, a los partidos opositores de presentarse a los comicios, lo cual permitiría que se aflojen las tensión tensiones con el gobierno, al que acusan de querer perpetuarse en el Palacio de Miraflores.
La intervención de Herrera el pasado sábado recibió el respaldo verbal de varios de sus colegas de la ANC y rápidamente la junta directiva elaboró el texto para la reprogramación de las elecciones regionales en los 23 departamentos del país, donde gobierna en mayoría el chavismo.
En el alegato de adelanto de la fiesta electoral se recordó que el proceso debió efectuarse en diciembre del pasado año, en conformaciónde acuerdo a lo establecido en la Constitución Nacional.
Sin embargo, los comicios fueron suspendidos debido a los “hechos de violencia que desde entonces viene ejecutando para la oposición para desestabilizar el orden democrático y afectar el Estado de Derecha en Venezuela”, indicó el decreto aprobado y leído por el segundo vicepresidente de la ANC, Isaías Rodríguez, el cual será publicado en Gaceta Oficial, y notificado de inmediato a la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) Tibisay Lucena.
En declaraciones públicas, Lucena acató la decisión de la ANC y anunció la modificación del cronograma electoral. El pasado domingo 13 comenzó, advirtió la presidente del CNE, el proceso perentorio de fiel cumplimiento por parte, dijo, de los aspirantes inscriptos para presentar los recaudos de sus postulaciones.
Informó también que pronto la Junta Nacional Electoral decidirá el día de la elección en octubre, tal como estableció la ANC.
Para la experimentada Lucena, resultó sorprendente que 1 267 personas ya se presentaron como posibles candidatos a las gobernaciones ante partidos y organizaciones políticas, además de otros 523 que lo han hecho por iniciativa propia, sin respaldo, lo cual, en su opinión, “es un efecto de la Constituyente”.
Cuando se convocó a la ANC, 6 000 ciudadanos, sin representación partidista, se presentaron como candidatos en sus sectores o territorios.
Se trata, dijo, de un proceso distinto al de la ACNANC, pero es gratificante la libertad con que la ciudadanía quiere participar en estas elecciones para las gobernaciones, como nunca antes ocurrió en este tipo de proceso democrático.
A partir del domingo y este lunes, los aspirantes deben presentar sus recaudos ante las Juntas Regionales correspondientes, que ya están listas para la recepción. Hasta el martes 15 se debatirá y dará a conocer la admisión o rechazo de los pretendientes, el jueves 17 se conocerán la posición de los admitidos en las boletas, a nivel nacional, y el viernes 18, en las oficinas regionales.
La auditoría del Registro Electoral informó que para la selección de gobernadores/ gobernadoras, el padrón indica 18 094 065 posibles votantes documentados. El Distrito Capital no participa pues carece de gobernación.
Analistas consideran que la celebración de las regionales constituye una oportunidad de la oposición de medir sus fuerzas políticas en un escenario democrático, sin la tensión que ha provocado con sus manifestaciones callejeras de odio y violencia en los últimos cuatro meses.
Si la derecha mantiene su postura de no participar en acciones oficiales, amparadas por la Constitución Nacional, quedaría entonces demostrado el bajo respaldo que poseen entre la población, al contrario de lo que intentan demostrar en los medios de comunicación masiva al servicio de la oligarquía regional.
Además de las elecciones para las gobernaciones, en perspectivas están otros dos procesos considerados cruciales: el referendo aprobatorio de la Constitución Nacional que surja de la ANC, y las presidenciales del próximo año, para la cual hasta ahora los opositores no poseen un líder de referencia nacional.
Los conservadores se niegan a participar en cualquier expresión conciliatoria solicitada por Maduro, además de actores internacionales y hasta el Papa Francisco, en búsqueda de un respiro político para sacar adelante la economía dañada por los bajos precios del petróleo y eliminar las manifestaciones violentas.
Al parecer, porque no se pronuncian, les interesa que Trump haga efectiva una intervención militar y arrasar supuestamente con la Revolución Bolivariana. De ello han dado pruebas en las reuniones de la Organización de Estados Americanos (OEA), en las que siempre han fracasado, en reunionesy en los encuentros con líderes derechistas latinoamericanos, y en escenarios internacionales.
Es muy posible que los dos últimos procesos electorales coincidan en 2018, pues todavía se ignora el tiempo que tome a la ANC su labor.
Algunos medios de prensa indican que la anterior Asamblea en 1999 se instaló en agosto con 131 miembros y cuatro meses después tenía lista listo el proyecto de Constitución.
Pero el 30 de julio se elevó a 545 el número de constituyentes, con una representación social y territorial mucho más amplia, lo cual equivale a más tiempo de debate en plenarias, además de tareas extras adicionales a la elaboración de la nueva Carta Magna, como aprobación de leyes constitucionales y la investigación de la violencia política.
Si la oposición decide ir a las urnas –—lo que sus dirigentes desaprobaron- — tendría la posibilidad de deslegitimar o apoyar las decisiones de la ANC. También podría luchar en las presidenciales, en las que siempre ha perdido de manera consecutiva.
La recalcitrante postura de la derecha venezolana le cierra las puertas de participar en el proceso político que denigran y quieren derrotar por la fuerza, pero con su desobediencia demuestran la división que existe en sus filas y el miedo al fracaso público en las urnas.
El gobierno de Maduro, en el ejercicio de la democracia participativa, instaló la ANC mediante el voto popular, tiene por delante un referendo y unas presidenciales con la oportunidad para todos los sectores políticos de una presencia significativa, y para probar también el respaldo popular al chavismo.
Mientras estos temas ocupan un espacio importante en la dividida Mesa de la Unidad Democrática – —en la que se integran los opositores- —, la ANC por su parte continúa este martes su laboriosa tarea de realizar los cambios necesarios para una marcha efectiva y en paz del proceso revolucionario iniciado por el finado presidente Hugo Chávez cuando asumió el gobierno en 1999.
En ese sentido, el primer vicepresidente de la ANC, Aristóbulo Istúriz, indicó a la prensa que desde su instalación el pasado 4 de agosto, se aprobaron cuatro medidas dirigidas a recobrar la paz nacional.
Istúriz informó que fue aprobado un decreto para el funcionamiento armónico de la ANC con los Poderes Públicos, una Ley Constitucional y dos acuerdos: uno que respalda al presidente Maduro, y el otro en apoyo a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), uno de cuyos cuarteles fue asaltado por un grupo terrorista, rápidamente controlado.
El dirigente de la Asamblea se refirió a la aprobación unánime de la Ley de la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, que tendrá como misión, aclaró, suspender el odio y la intolerancia existentes en el país, en tanto protegerá y dará justicia a las victimas víctimas de la violencia impuesta por sectores de la derecha local.
También aclaró que el Decreto de funcionamiento establece una serie de normas para estrechar relaciones de armonía entre el Poder Constituyente con cada uno de los Poderes establecidos, de suma importancia si se considera que el Legislativo fue declarado en desacato por violar normas jurídicas del país.
La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, se niega a restablecer relaciones institucionales, a las cuales ha sido invitada con insistencia por la presidenta de la ANC, sin que reciba respuesta.
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