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miércoles, 20 de noviembre de 2024

A por la fuerza

Donald Trump empuja la puerta a la batalla económica con China...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 24/03/2018
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Trump-China-batalla económica
El presidente Trump recalcó que China “es un problema particular” para su gobierno.

La irracional, irresponsable y arrogante promesa electoral de “los Estados Unidos primero” sigue cobrando cuerpo a manos de la administración de Donald Trump, ahora con el provocado inicio de una segura confrontación económica con China, gigante ya catalogado por algunos analistas como cabecera comercial del orbe.

Se trata, al decir del vicepresidente norteamericano, Mike Pence, de mostrar que para Washington “acabó la era de la rendición económica”, en alusión a los ya martillados argumentos de Trump de que Beijing ha “abusado” largamente de sus vínculos comerciales con los Estados Unidos, amén de  promover una “tremenda situación de robo de la propiedad intelectual y tecnológica” de la primera potencia capitalista.

En consecuencia, el magnate inmobiliario devenido jefe de la Oficina Oval, suscribió hace horas la orden que elevará los aranceles a las importaciones desde China en unos 60 mil millones de dólares, a la vez que impondrá “multas,  restricciones a inversiones del gigante asiático en sectores estratégicos norteamericanos, y una demanda  contra las autoridades chinas ante la Organización Mundial de Comercio, OMC, entidad a la que el mismo Trump ha definido como “desastrosa” para su país.

Al presentar sus decisiones, el presidente dijo tener “un gran respeto” por el líder Xi Jiping, pero no obstante recalcó que China “es un problema particular” para su gobierno, toda vez que es acreedora de un déficit comercial norteamericano que ya se promedia en cerca 400 mil millones de dólares.

 Y si bien el anuncio de la Casa Blanca no es de aplicación inmediata, ya que la elevación de aranceles llevará un proceso de consulta con empresarios y grupos comerciales locales y la restricción de inversiones debe ser elaborada por el Departamento del Tesoro en sesenta días, desde Beijing ya llegaron las primeras reacciones de las autoridades del gigante asiático.

 Según varios medios de prensa, el Ministerio chino de Comercio aseguró que el país "sin duda tomará todas las medidas necesarias para defender con resolución sus derechos e intereses legítimos".

Mientras, el rotativo The Wall Street Journal reveló que como parte de esa respuesta las autoridades chinas preparan un “castigo” a importaciones estadounidenses, sobre todo en los sectores de  la agricultura y ganadería.

Se trata- añadió la publicación-de aranceles diseñados “para hacer daño político al presidente”, pues atañen especialmente a  embarques como la soja, el sorgo y el ganado porcino, que provienen de estados que votaron por Trump.

En paralelo, y como para hacer notar su inquina hacia Beijing, la Casa Blanca decidió posponer la aplicación de planes arancelarios similares diseñados para otros “socios comerciales” norteamericanos, entre ellos la Unión Europea, con la cual el propio Trump dijo que se ha establecido un grupo de alto nivel para abordar las relaciones económicas bilaterales y cuya meta sería alcanzar un acuerdo “rápido y claro”, dos calificativos que en boca del presidente tienen más de ultimátum que de incentivo a un intercambio sensato y equilibrado.

Por lo pronto, el anuncio de la Casa Blanca ya hizo mella en los mercados financieros, mientras no pocos analistas se preguntan sobre las consecuencias que este ataque arancelario contra China puede desencadenar, por ejemplo, entre los consumidores norteamericanos.

Y es que el gigante asiático tiene copado virtualmente el mercado interno estadounidense, desde electrodomésticos, textiles y útiles personales y hogareños de toda índole, hasta las banderitas norteamericanas que muchos ciudadanos gustan colocar día y noche a la puerta de sus hogares.

Y la fórmula es simple: si toda esa avalancha pagará más por entrar al país a cuenta de su pretendida esencia abusiva, entonces el consumidor deberá enfrentar la inevitable subida de los precios minoristas…y eso solo para empezar…


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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