Álvaro tiene 17 años, nació y vive en Guanabacoa. Diariamente recorre una larga distancia, desde su barrio hasta el Obelisco de Marianao, para estudiar pintura en San Alejandro. Hoy asisto a su clase de crítica, la última de este año 2014 donde los alumnos han hecho apropiaciones de estilo, técnica y alguna obra en específico de algún gran pintor que cada quien ha elegido libremente.
En esta aula no hay mesas, pero sí mucha luz natural entrando por los ventanales de cristal. Cada quien debe ir a buscar su silla de entre las que están apiladas al fondo, y tener cuidado al sentarse, porque todo está manchado de óleo, incluido el piso. A las paredes blancas se recuestan los cuadros, más pequeños, más grandes, más o menos coloridos. Sobre los caballetes dispuestos al frente están los cuadros para la primera exposición donde se discutirá si el estudiante logró o no poner algo de sí mismo en el lienzo.
Aunque tímidamente, casi todos opinan, expresan ideas que la profesora, la pintora Rocío García, busca provocarles con sus comentarios. El eco por la falta de muebles hace que la voz del que habla se escuche más alto cuando discuten, entre otras tantas cosas, sobre la técnica del dripping de Pollock. ¿Cómo ser más tú dentro del cuadro?, pregunta la profe para que ellos se piensen este ejercicio de apropiación manipulada mientras yo ya he elegido a Álvaro, por esa manera tímida, pero inteligente, que tiene de expresarse.
¿Cómo entraste en San Alejandro? “Fue tremenda preparación, desde la secundaria más o menos. Es decir, cuando uno se entera de la posibilidad de San Alejandro empieza a prepararse para las pruebas de ingreso. Es difícil entrar aquí. Hay pruebas de pintura, dibujo, escultura, que es una manera de medir el nivel de los alumnos. Hay que tener un conocimiento básico de Historia del Arte. A partir de ahí van eligiendo los que entran. Yo estoy en el tercero de cuatro años que dura la escuela.”
¿Por qué la pintura y no otra especialidad? “Bueno, en primer año se pasa por todas las opciones que ofrece la escuela, como pintura, grabado, arte digital. Mi controversia estuvo entre grabado y pintura, el grabado era algo nuevo para mí, algo que descubrí en la escuela, pero me decidí al final por la pintura, es algo que siempre ha estado en mí, es mi forma de ser. Ver los colores, sentir el pincel, meterme dentro del cuadro, eso es lo que más me gusta.”
¿Qué puede motivarte a hacer un cuadro? ¿Una imagen, una idea, una sensación? ¿De dónde partes? “Uno tiene la idea en la mente, que es como una de las partes más importantes del cuadro. Por lo menos en mi caso, como en la mayoría de la gente, parte de una experiencia personal. A veces salgo y veo las cosas que pasan a mi alrededor, en mi casa, en mi calle.”
Recién la profe hablaba de lo bueno y lo malo en el uso de la foto como modelo para el cuadro, ¿cómo lo ves tú? “La utilizo en el caso de que la imagen me llame mucho la atención, en el caso de que sea una imagen específica que quiero incorporar al cuadro. Pintar es como una actitud, a veces a las doce de la noche me dan deseos y le caigo arriba al cuadro. Me gusta mucho la noche, es la misma sensación de cuando se está con una mujer.”
“Me siento muy libre en la pintura, también tengo la suerte de tener los materiales, al alcance, y si me entran ganas salgo corriendo a pintar. Por mi casa hay un pintor, ZenenVizcaíno, él me ayudó mucho al principio. Mi mamá le enseñó mis pinturas y ahí empecé a prepararme. Uno va mirando las pinturas, ojeando libros, me parece de las cosas principales esto de ver mucho. Una de las cosas más importantes es estudiar a otros artistas, descubrir qué los motivó a pintar eso.”
“A veces a uno se le sube la fama para la cabeza, pero siempre hay la necesidad de saber mucho, conocer la gente, compartir criterios e información con los demás y con los profesores. Y hay momentos en que uno quiere saber qué opina la gente de su obra. Pero a veces cuando uno pinta se siente tan bien, que uno se cree lo máximo. Eso también pasa.”
¿Te interesan otras manifestaciones del arte? “Uno no puede pintar sin conocer de los demás, aunque no conozcas mucho de un tema, debes por lo menos dejar que te toque. La mayoría de las veces es así, es como una sensación en el estómago, lo mismo provocado por el cine que por la literatura. La danza, por ejemplo, no es que yo quiera reflejar la danza, sino esa sensación que me provoca.”
¿Tienes algún pintor favorito? “No me gusta mucho comparar a los artistas, cada cual tiene algo en su obra, pero me gusta mucho Modigliani. Por la personalidad, por lo que hacía. Yo no me guío por lo que se dice que está bueno o malo, yo siento algo, y por eso me guío. Lo que me gusta a mí puede ser considerado por los demás como bueno o malo, pero a mí me transmite una sensación.”
¿Cómo es San Alejandro, cómo se percibe desde los estudiantes? “Hay mucho interés desde los alumnos, en las otras escuelas uno tiene que dar a lo mejor una clase que no le gusta, no sé, biología, matemática, aquí uno entra con un objetivo, y sabe que si falta es su problema. Es algo complejo que donde más se ve es en Historia del Arte, uno siempre tiene dudas y sus conceptos que quiere expresar. Uno pregunta, profe, por qué pasa esto o aquello. El profe vuelve a explicar, y uno puede decir que no está de acuerdo, porque para mí es esto, y siempre hay un debate.”
¿Te parece que el artista tiene esa responsabilidad social de tener que mostrar una realidad o un momento histórico? “Inconscientemente se va a mostrar el momento en que se vive, pero también es una elección. Uno lo puede mostrar de diferentes maneras o lo puede mostrar sin saber que lo está mostrando. Uno pone una imagen y eso se va a leer de diferentes maneras. Más si el ambiente es controvertido. Yo pienso que uno elige, también desde el tema de la obra, si es de tema social o un tema que tenga más que ver con los sentimientos, con la vida de cada cual. Eso depende.”
¿Cuánto cambió el haber entrado a esta escuela? “Cambió demasiado. Uno se encuentra gente que tiene diferentes intereses, pero unidos por una misma cosa, que es el arte. Haces muchas amistades, recoges mucha información, se aprende mucho. Al hacer ese viaje tan largo para llegar aquí, veo muchas cosas por la calle, los profesores aquí son muy buenos, me han aportado mucho desde el arte y como personas.” Y si yo te pidiera una palabra para esa sensación que te provoca plasmar el mundo, tu mundo, en un cuadro, esa esperanza tuya, ¿qué palabra llevaría? Libertad.
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