Hola amiga y amigo de Parada con Estilo. Una vez más la suerte está de nuestro lado y permite que nos reunamos en este espacio que, aunque virtual, es muy real. Un espacio donde la belleza y el bienestar siempre andan jugueteando.
En el artículo anterior dejamos pendiente, por cuestión de espacio, lo referente a la atención a nuestras manos y pies durante nuestro día o sesión de auto servicio de belleza así que vamos a terminar lo que se inició.
Quíta el esmalte viejo. Lo primero es dejar tus uñas como si fueran la tela donde un pintor va a desarrollar su obra, es decir, totalmente limpias. Para ello retira cualquier resto de esmalte viejo que pueda haber. Si tienes quitaesmalte es genial pues la acetona tiende resecar las uñas.
Pon los dedos en remojo. Alista un recipiente con agua de preferencia tibia y sumerge en ella tus uñas por unos cinco minutos aproximadamente. Este tiempo será suficiente para que tus uñas y cutículas se ablanden, así se les podrá dar una nueva forma con mayor facilidad.
Recorta y lima tus uñas. Con un cortaúñas, tijera alicatico especializado corta las uñas dándole la forma deseada. Luego, con una lima para uñas, empareja la forma y suaviza las posibles asperezas de manera que el acabado parezca lo más profesional posible.
Empuja las cutículas. Si tienes un empujador para cutículas sería perfecto pero, de no ser así, también puedes utilizar un palito de naranjo. Procede a empujar suavemente hacia atrás las cutículas para que no resulten visibles sobre las uñas. Cuida de no cortar ni rasgar las cutículas pues juegan un importante papel contra las infecciones.
Aplíca el esmalte. En una manicura respetable, se aplican al menos tres capas: una base, un color y una capa que funcione como recubrimiento. También están las personas que se aplican más de una capa de color para una mayor cobertura. Resulta de suma importancia que cada capa esté bien seca antes de aplicar la siguiente.
- Un buen método para aplicar el esmalte es pasar el pincel una vez de cada lado para luego terminar rellenando el centro.
- En caso de que desees plasmar algún tipo de diseño en la uña, debes hacerlo después de aplicada la capa de color para, por último, recubrirlo con la última capa.
Aunque es un material muy antiguo, la piedra pómez se sigue usando por el beneficio que aporta a los pies. (Foto: lavidalucida.com)
No olvides remojar y exfoliar los pies. A veces, durante el arreglo diario los pies suelen quedar en el olvido. Así que no olvides dedicarles un tiempo. Remójalos en agua tibia como hiciste con los dedos de las manos. En caso de que estén resecos o presenten callos, utiliza una piedra pómez para retirar tales asperezas
Recorta y aplica esmalte. Dale forma también a las uñas de los pies. Es importante en este caso, redondear bien los bordes o esquinas con la finalidad de evitar que se puedan encarnar. Puedes aprovechar ya y aplicarte color o, simplemente, un brillo liso para brindarles protección.
Ahora si he terminado el artículo que comencé la pasada semana. Recuerde que es sólo una propuesta y que usted es totalmente libre de conformarla y rediseñarla a su manera según sus necesidades estéticas y sus condiciones personales. Lo importante es que recuerde, de vez en cuando, regalarse una maravillosa sesión de auto servicio de belleza.
Ahora me despido, con la certeza de que la próxima semana se estarán cruzando nuestros pasos otra vez en esta ruta que nos conduce a destinos de belleza y bienestar. Recuerde que la invitación siempre está en pie. Hasta entonces chao, gracias y suerte.
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