Las extensiones de pestañas no sólo ahorran tiempo al arreglarte, sino que brindan la oportunidad de vernos bellas incluso al despertarnos. Existen pestañas de pelo sintético y las de pelo natural. También con diferentes tamaños; cortas, medias y largas, estas se combinan para crear un diseño natural, dramático o agresivo.
Existen ventajas y desventajas, según el material de los pelos de las cejas. Las de seda son más brillantes y llamativas, las de pelo sintético son más duraderas y recomendadas contra las reacciones alérgicas, al igual que las de pelo natural.
Los tamaños suelen variar desde 8 milímetros a 14 milímetros. Para crear el diseño, el cosmetólogo debe adaptarse según la forma del ojo y la estética que desees.
Aconsejamos que las primeras 24 horas después de que te las pongas evites el polvo, agua y cosméticos, pues puede caerse el adhesivo y hacer que se caigan. También debes evitar frotarte los ojos, y a la hora del baño, que la ducha no dé directo al rostro.
No te las quites tu sola, visita el salón donde te las pusiste para que sea el especialista quien las retire y así no dañes tus pestañas naturales.
No te hagas adicta a ellas, ya que puede debilitar las tuyas, recuerda que es un cuerpo extraño y recuerda que natural te verás más bella. Las recomiendo para cambiar de lo cotidiano, pero no aconsejo que las lleves siempre.
Para todas aquellas que nos gusta estar a la moda; es esta una buena forma de vernos atractivas y con una mirada seductora durante las fiestas decembrinas y de Año Nuevo.
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