Hola amigo y amiga de Parada con Estilo y hola, también, para aquellos que por vez primera visitan nuestro blog, un espacio donde nos encontramos para intercambiar sobre belleza, modas y tendencias, manteniendo la premisa de que la verdadera belleza reporta vida y bienestar, nunca destrucción.
Al hablar de belleza la mayoría de las personas piensan enseguida en dietas, cosméticos, tratamientos estéticos y todo lo que la historia, las diferentes culturas, la ciencia y la técnica nos han regalado para dar una apariencia resplandeciente y atractiva que, con frecuencia, suele ser artificial.
Sin embargo, la belleza real es la expresión natural del equilibrio y la armonía. Quiero decirle algo que quizás le parezca exagerado, pero es mi humilde opinión y está sustentada por la historia de la humanidad, las antiguas culturas, la ciencia y mi experiencia personal. La mayor fuente de belleza es el amor: amar y percibirse amado.
El amor en sí mismo es bello por naturaleza y cuando un ser vivo lo experimenta siente que su vida cambia y, literalmente, cambia en verdad. La experiencia de un sentimiento amoroso genuino nos reporta alegría y bienestar, nuestro organismo comienza a liberar sustancias bioquímicas relacionadas a dichos estados y se inicia, entonces, todo un oleaje de actividad benéfica a nivel fisiológico y psicológico. Las células acrecientan su actividad de reproducción celular, los órganos reciben, por decirlo así, un estímulo vivificante.
Cuando se experimenta un sentimiento amoroso el sistema inmunológico se fortalece y nuestro cuerpo todo tiende hacia un estado en consonancia con todas sus potencialidades. Dicho estado, por naturaleza, irradia belleza, fuerza y vitalidad. Y esta belleza es tan verdadera que trasciende la simple apariencia, pues sucede que la percibimos y, en ocasiones, no podemos explicar con exactitud de donde viene.
Amigo y amiga, el amor es el tratamiento más antiguo y natural de belleza. Tanta es su perfección que es el único tratamiento de belleza que podemos comenzar a recibir y ofrecer desde el nacimiento mismo, incluso, desde la propia gestación, y eso es maravilloso.
Aprovechando el tema, quiero hablarte de Shantala. Desde el nacimiento, en la India se practica un masaje tradicional que consiste en masajear el cuerpo del bebé utilizando un aceite vegetal tibio. Quienes lo practican son las propias madres, y lo hacen apoyándolos desnudos sobre sus piernas. En realidad, es la propia naturaleza quien primero se ocupa de masajearnos. Y desde mucho antes de nacer: durante la gestación, en el cuerpo de nuestras madres.
El masaje infantil, arte milenario practicado en Oriente, fue introducido en la sociedad occidental en la década del cincuenta a través del ginecólogo francés Frédérick Leboyer. Quien, entendiéndolo como algo nuevo para ofrecerles a nuestros hijos, definió al Shantala como “el regalo de dar amor”.
La historia cuenta que mientras paseaba por las calles de Calcuta, el doctor Leboyer se quedó impresionado por la belleza de los movimientos de una madre que masajeaba a su bebé. Tal fue su emoción, que se acercó y pidió permiso para tomarle fotos. Como se trataba de una práctica desconocida en la cultura occidental, Leboyer decidió, entonces, que lo mejor era que se llamara como la mujer, Shantala.
El masaje Shantala reporta un elevado bienestar al bebé. Dicha sensación de sentirse amado y protegido permite a su cuerpo y a su mente desarrollarse en armonía y plenitud, irradiando belleza y vida plena (Foto: guiainfantil.com).
El masaje Shantala es amor, cariño, ternura, felicidad, compasión, respeto, paz, tranquilidad, apoyo, comunicación. Shantala es una manera más de decir “te quiero” sin utilizar palabras, sólo con nuestras manos, nuestra mirada, nuestro corazón. La técnica del Shantala se basa en presiones suaves y movimientos descendentes, con un ritmo lento y pausado. Pero, fundamentalmente, sin apuros ni acciones bruscas ya que el objetivo principal es la relajación del bebé, que se sienta seguro, feliz y amado.
El masaje Shantala calma, fomenta la resistencia del organismo, ayuda al descanso, a un desarrollo psíquico positivo. Ayuda a que el bebé crezca sano. Estimula el sistema nervioso y mejora el sistema respiratorio. Tonifica y fortalece los músculos. Hidrata y tonifica la piel. Mejora la adaptación e incentiva la inteligencia. Relaja y ayuda a descansar mejor. Mejora la digestión. Elimina problemas de cólicos, gases y estreñimiento. Facilita la maduración del aparato respiratorio y digestivo.
Shantala armoniza y, por tanto, crea las condiciones para que la belleza irradie y su fuerza sea tal que aún los más insensibles sean capaces de percibirla.
Ahora le invito a que medite sobre lo comentado con respecto a la relación Amor-Belleza y decida si implementa o no el maravilloso tratamiento del amor en su rutina de embellecimiento personal. La fórmula es simple y no requiere producto cosmético alguno, sólo: ofrézcase amor y ofrezca amor a los demás.
Es momento de continuar por los rumbos de la vida que es tan maravillosa y bella, deseando desde ya que el tiempo corra y llegue el instante preciso para volver a detenernos en otra Parada con Estilo donde la belleza, el conocimiento y el bienestar siempre andan de la mano. Chao y gracias por dedicarnos un poco de su valioso tiempo.
laida
2/1/20 10:39
Muy d acuerdo, no hay nada mas saludable q el amor, el verdadero amor, el proio y el q sentimos por los seres queridos. No existe ningun tonico facial q nos haga lucir mas resplandecientes, ni maquillaje para los ojos q haga mas luminosa nuestra mirada. Mirar la vida con optimismo y entusiasmo es amor tambien, a fin d cuentas la vida siempre esta d nuestro lado. Gracias por los mensajes d tu blog y gracias a CUBAHORA!
@Mariposa
29/12/19 22:34
@Mariposa.
Hermoso mensaje, lleno de esa magia que envuelve todo aquello que tocas en tu peregrinar. No esperaba menos para este último domingo del 2019. El Amor nos acompaña siempre en nuestra existencia solo que en ocasiones queremos encontrarlo en los lugares menos indicados cuando solo debemos comenzar por amarnos a nosotros mismos, el Amor puede sentirse hasta en una sonrisa. Quizás sea un poco largo mi comentario pero llevo mucho tiempo leyendo en silencio hoy quiero compartir contigo Luis Manuel y con los lectores de parada con estilos un pequeño mensaje de Amor tomado del Principito que tienen en si un mensaje de amor y belleza como tú alma. -“Te amo” – dijo el principito... -“Yo también te quiero” – dijo la rosa. -“No es lo mismo” – respondió él...Te voy a explicar la diferencia: “Querer es tomar posesión de algo o de alguien. Es buscar en los demás aquello que llena los intereses personales de afecto, de compañía...Querer es hacer de nuestra propiedad lo que realmente no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para sentirnos completos, porque hemos visto en nosotros puntos donde reconocemos ciertas carencias.Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades, llegando a convertirse en dependencia y hasta poder comenzar a mostrar cierta obsesión. Entonces, cuando no obtenemos reciprocidad, llega el sufrimiento. Cuando no somos correspondidos por el “bien” querido, nos sentimos frustrados, tristes y decepcionados.
Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo, espero esa reciprocidad. Si la otra persona no me da lo que esperaba, entonces sufro. La cuestión es que seguramente la otra persona tenga otras motivaciones, otras expectativas, pues cada uno somos un mundo.Se sufre por apegos, por no recibir lo esperado, por no cumplir lo que estaba esperando. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro.
Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro deseo de dar. Pero es cierto, que esta entrega desinteresada, solo se da en el conocimiento. Es decir, solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, contra la vida y el alma; y el alma no se indemniza. Y conocerse es justamente saber de vos, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría.
Amar es la confianza plena de que pase lo que pase voy a poder contar contigo, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Además, es saber que no vas a reprochar ni a recordar esos momentos malos que has estado a mi lado con el Respaldo de hacerme sentir culpable y volverme esclavo, solo para mantenerme en tu posesión. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.
Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no consume el amor, por el contrario, lo incrementa. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.”
-“De acuerdo, ya lo entendí” – dijo la rosa.
-” No lo entiendas, vívelo ” -dijo el principito
alina
13/9/18 12:45
me encantan los masajes corporales. y sobre todo en las piernas que se nos cansan a diario con el caminar y el ir y venir al trabajo.
gracias
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