¡GUAO!... qué bueno poder sentarme un rato a escribir para todas las personas maravillosas que visitan nuestro blog Parada con Estilo. Un blog diseñado especialmente para compartir sobre temas relacionados con la belleza, la moda y los estilos, siempre con la premisa de que lo que hagamos en función de nuestra belleza no debe atentar contra nuestro bienestar.
Cada quien construye y defiende su propio concepto de belleza, así como su propia filosofía sobre esta, a tal punto que existe la famosa frase. “para lucir hay que sufrir” y, de hecho, conozco varias personas que por tal de alcanzar la imagen que desean asumen conductas que terminan por destruir su salud y bienestar. Espero que usted piense en serio sobre el asunto y revise si es una de esas personas, en caso de serlo, entonces, le pido, valore su actitud y recuerde que amarse y cuidarse es el punto de partida cuando de cultivar la belleza se trata.
Así pues, existe una relación hermosa entre la belleza y la salud, en la cual la segunda acrecienta la primera, quien a su vez influye favorablemente en el fortalecimiento de la segunda. Y ya que hablamos de fortalecimiento, aprovechemos para comentar un poco sobre cómo algunos ejercicios físicos nos pueden ayudar en nuestra doble misión de lucir una belleza con salud. Veamos algunos ejemplos:
- Trabaja tus piernas: haz sentadillas. Realiza flexión de rodillas desde la posición de pie hasta doblar las piernas, acercando los glúteos a los tobillos. Comienza por unas diez repeticiones hasta que al cabo de cierto tiempo puedas llegar a hacer unas cuarenta repeticiones en cada tanda. Otros consejos buenos para tus piernas son:
a) Haz ejercicios siempre que puedas para activar la circulación.
b) Evita cruzar las piernas, sobre todo si vas a estar sentada (o) por mucho tiempo. No abuses en el uso de fajas que te corten la circulación.
c) No olvides que las prendas superceñidas tampoco ayudan.
d) Cuídate de los baños calientes, sobre todo si sufres de várices.
e) Date masajes de cuando en cuando
- Camina, pero camina bien: camina con ánimo y viveza. Vigila que el paso parta de la cadera. Cuida también de no caminar siempre sobre la misma área del pie. El objetivo es utilizar la planta y no hacerlo sobre el talón. Contrae los músculos, pon la espalda derecha, eleva el tórax, lleva las caderas ligeramente hacia delante. Convierte el caminar en un ejercicio amplio donde todo el cuerpo esté en movimiento, si caminas mal te fatigarás pronto y de nada servirá para la belleza de tu figura ni para tu bienestar.
Debes saber que después de los diez minutos de caminata inicial, el cuerpo comienza a consumir el azúcar disponible. Cuando caminas a paso moderado de 30 a 60 minutos, quemas grasas y se acelera el metabolismo. Pero recuerda comenzar despacio para que el cuerpo “sepa” que es una actividad de largo alcance y después de quemar azúcar comience a quemar grasas. Si comienzas a alta velocidad, entonces solo quemarás azúcar. En cuanto al ritmo de caminata, el óptimo para quemar grasa es el paso que usas cuando estás atrasado pero sin llegar a correr.
- La buena postura: la espalda sufre con muchas acciones a las cuales, generalmente, no le prestamos atención:
a) Dormir en un colchón muy blando es poco adecuado para el cuidado de la columna vertebral y la salud de la espalda.
b) Cargar peso tiene su método. Todo lo que se levante del piso y pese exige de flexionar las rodillas para alcanzarlo, manteniendo la espalda derecha. Y aquí incluyo el cubo de agua para limpiar cuando está lleno.
c) No te pares como si estuvieras abrumada/o: hombros caídos, cuello inclinado, vientre flojo y empinado… ¡Nada de eso! ¡Saca el busto, endereza los hombros, eleva el mentón! Recuerda que la postura correcta ayuda a evitar posibles males y hace lucir a todas las personas llenas de vitalidad y atractivas.
d) Cada vez que puedas haz el siguiente ejercicio: párate con los pies derechos, un poco separados uno del otro, impulsa las caderas hacia delante y corrige la curva lumbar. Levanta el pecho recogiendo el estómago y el vientre. Descansa. Repite el gesto dos o tres veces.
e) Si a causa de tu trabajo pasas muchas horas delante de una mesa o buró y tu forma de sentarte no es la correcta comenzarán a marcarse líneas justo donde se forman los pliegues del abdomen y descenderán un poco los senos.
- No te agotes: si pasas muchas horas sentada/o, por el contrario, tienes que permanecer de pie mucho tiempo, la sensación de cansancio y pesadez se instala y te agota. Cuando llegues a casa, descálzate, extiende bien las piernas y comienza a mover los dedos encogiéndolos y desplegándolos por no menos de cinco minutos. Resulta un ejercicio muy sencillo pero definitivo. Ayuda a reactivar la circulación.
Amiga y amigo, recuerda que hacer ejercicios ayuda a bajar o mantener el peso, es efectivo para remodelar la figura, aportan a los músculos energía y flexibilidad, combate la celulitis y la flacidez, permite que el corazón y los pulmones trabajen de un modo más eficiente, etc.
Pero hacer ejercicios, como cualquier otra cosa, es un hábito que se adquiere. Exige de constancia y fuerza de voluntad. Claro que siempre resulta un tanto difícil alterar nuestra rutina diaria para introducir nuevos hábitos y, junto a eso, tenemos la famosa excusa de ¡No tengo tiempo! Lo cierto es que lo más difícil es comenzar, dar el primer paso. Así que si aún no te decides entonces te sugiero que pienses en serio en la posibilidad y los beneficios que el ejercicio físico, realizado de manera adecuada, puede traer a tu vida, tu belleza y tu bienestar.
Ahora debo continuar con las tantas tareas que exigen de mi participación, pero no quiero hacerlo sin antes recordarte que la próxima semana estaremos en otra Parada con Estilo, donde la belleza, el bienestar y el conocimiento siempre andan de la mano y tú, escucha bien, eres el invitado especial… ¡No faltes! Saludos y suerte.
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