La palabra perfume es la unión de dos vocablos latinos per que viene de por y fumar que viene a través del humo, y son los romanos los que las unen (perfumo), pero su significado era totalmente diferente al de la actualidad, ya que lo usaban para invocar a los dioses. En 1528 se empieza a usar en la literatura francesa, y es así el vocablo como hoy lo conocemos, un líquido aromático que se usa para dar olor agradable, y tiene una historia que viene desde la antigüedad, quizás desde la prehistoria.
Se dice que el agua de colonia solo tiene un 5 % de olor, mientras que el agua de perfume puede tener desde un 15 % hasta un 30 %. Lo importante es que debes usar un perfume con un aroma un poco más fuerte en el invierno, ya que la mayoría de los olores no tienen tanta resistencia como en el verano.
El invierno nuestro no se caracteriza por ser el más frío, sugerimos cuando escojas una fragancia, que te recuerde a tus postres favoritos, esta es una manera segura de elegir algo apropiado. Las fragancias dulces entran en esta categoría, ya que suelen traer recuerdos de cosas azucaradas.
Los perfumes picantes entran en la categoría de “cálidos”. Piensa en tus especias favoritas de invierno, como la canela y la nuez moscada, estos olores también se conocen como orientales, y por lo general tienen un olor rico y exótico. Los perfumes leñosos y terrosos también son una buena elección para el invierno debido a que tienen una esencia rica y cargada a madera.
Lo que no quiere decir que dejes de usar tu perfume favorito aunque no coincida con estas fragancias recomendadas.
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