Mujer con poder (+ Trailer)

Por mí, que sigan haciendo películas del empoderamiento femenino. Lo que pasa es que me sigue molestando que la sigan haciendo desde la visión masculina.

El día que me pongan a una súper heroína fea, con celulitis y crisis de personalidad será un día novedoso en mi visionado de películas. (A lo mejor debería coger esta idea y ponerme a escribir un guion).

Por otra parte, tampoco es que sería muy difícil. Peppermint (Pierre Morel, 2018) es la misma película de venganza en que hemos visto de protagonistas a Liam Neeson, Denzel Washington, Keanu Reeves… solo que ahora lo sustituimos por Jennifer Garner.

Para que vean que no solo los hombres maduros pueden aprender artes marciales y boxeo para vengar que hayan matado a su familia.

El argumento: Riley North es una madre de familia con un trabajo de lo más normal que se transforma en una auténtica máquina de matar.

Matar o morir (Peppermint) es muy entretenida. A pesar de los giros poco creíbles del guion, y a pesar de sus obvias limitaciones.

Para empezar, la hija de la protagonista es la típica niña escrita por un adulto. Si esa niña en realidad fuera posible, la humanidad no tendría que enfrentar ni violencia ni tala de árboles, extinción de animales, polución… en otras palabras: que ese nivel de perfección no existe.

Lo otro. La ejecución de la cinta demuestra una vagancia regia: ¿de verdad no pudieron pensar en algo mejor que un coche que se conduce solo por el jardín de la casa de un mafioso, y una protagonista que le camina al lado y a la que las balas, sencillamente, no le dan?

Pero está bien: si algo tiene la cinta es que no es pretenciosa. Además, está llena de valores que la sociedad no quiere oír, pero que menos mal que alguien se ha molestado en gritarlos.