El espía Anacleto es aquí un héroe sexagenario que vive su última gran aventura en compañía de su hijo, que hasta el momento creía que su padre era un fabricante de carne enlatada y no puede creer ahora que su progenitor sea un agente secreto, y mucho menos que padre e hijo juntos deban enfrentarse a enemigos en lucha mortal.
Esta hazaña en familia le da un aire a la película de la cuarta entrega de Indiana Jones. Hay otros ecos evidentes, como la espectacular huida del archienemigo (eficaz caricatura de Carlos Areces) y su promesa de venganza, muy parecida a la de Philip Seymour Hoffman en Misión: Imposible III. Javier Ruiz Caldera trabaja sobre modelos acreditados del cine moderno, dándoles sin embargo un tono auténtico y original.
Anacleto: Agente secreto es brillante en su factura visual y en los gags de acción (el hijo de Anacleto venciendo a un asesino oriental que irrumpe en casa), pero buena parte de la diversión se la llevan los diálogos, ingeniosos y demoledores; la escena del desayuno familiar y el zumo de naranja son dos escenas impecables.
El reparto es otra de las claves del éxito de la cinta. Imanol Arias, como dice su propio personaje, nunca falla, pero aquí tiene un gran rival, que domina el conjunto: Quim Gutiérrez, divertidísimo y natural, gran cómico sin átomo de apayasamiento. Y en su justísimo punto Berto Romero, Alexandra Jiménez y, cómo no, Emilio Gutiérrez Caba.
Anacleto: agente secretorecupera la ingenuidad, el desparpajo, la ironía y el buen hacer del primer James Bond (el de los años 60), sin caer en el estruendo ensordecedor de las superproducciones yanquis o internacionales que todo lo pervierten y banalizan a golpe de explosiones, arbitrariedades y pilas de dinero.
Javier Ruiz, el director, sabe engrasar todas las piezas de la cinta como un sólido engranaje de relojería suiza. Acierta en el tono de parodia y salpica de humor -tanto físico como verbal- casi cada imagen de la cinta. Y es por eso que la hora y media de Anacleto: agente secreto pasa demasiado rápido y deja con ganas de más.
El filme da una apariencia atolondrada pero en realidad no deja nada al descuido. Ruiz ni suelta frase sin retruécano ni se ofrece escena sin sorpresa ni requiebro ingenioso. Cada escena de la película está pensada para hacer reír, y en eso, como el mismo espía que la protagoniza, nunca falla.
raul
15/4/16 10:24
yo l vi y esuvo muy comica. a mi esposa tambien le gusto. hay mucha gente que dice que es muy smple per uno necesita descansar de las cosas progundas a veces
ver
14/4/16 11:59
un agente secreto que tiene todo soluicionado...
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.