Como una segunda parte de la cinta El diablo se viste de Prada, en la que Anne Hathaway coprotagonizaba junto a la magnífica Meryl Streep, surge El becario, un filme de Nancy Meyers que muestra a una joven dueña de un exitoso negocio online dedicado a la moda que acepta a regañadientes que la compañía contrate, como parte de un programa laboral, a un hombre de setenta años como becario.
Como en la novela The devil wears Prada, que dio pie a la película del mismo nombre, la historia gira en torno a la relación, en el mundo de la moda, entre dos personajes profundamente diferentes. En El becario, Anne Hathaway se repite como protagonista para compartir rol con nada más y nada menos que el todopoderoso Robert DeNiro, el hombre que ha probado tener sangre del rey Midas en sus venas.
De su magia hay mucho en el personaje de Ben Whitaker, un viudo de setenta años que siente que su vida ha caído en un vacío imposible de rellenar y se apunta a un plan empresarial para becarios mayores de sesenta y cinco (una especie de servicio social para la tercera edad). La empresa se dedica a la venta de ropa a través de internet y es una de tantas que ha tenido un éxito ascendente en corto espacio de tiempo. La jefa y fundadora, Jules Ostin (Anne Hathaway), tiene fama de rígida y posee muchas carencias en el apartado emocional, con un marido que dejó su éxito propio en pos del suyo y para cuidar a la hija de ambos.
La película funciona. La interpretación de Robert De Niro es un aliciente, como siempre que trabaja en una cinta. Y Anne Hathaway vuelve a zambullirse en el mundo de la moda como lo hiciera en El Diablo viste de Padra, aunque aquí cambiando su papel por el de Meryl Streep. Juntos hacen una mezcla muy fresca y agradable.
Hay puntos con carencias, por supuesto. El hecho de que la viudez de Ben quede como un hecho anecdótico es un tema que flaquea. También la excesiva sonrisa de Hathaway (por otro lado una sonrisa preciosa, pero que edulcora hasta los momentos más emocionales). Y ese final, que no remata para nada una historia decente y bien contada, deja en el aire más interrogantes y demuestra una precipitación que no hace justicia al contenido total.
El becario es, en resumen, una obra hermosa con ciertos toques sentimentales. La película, divertida y amena, proyecta una de las polémicas generacionales a las que se enfrentan los distintos grupos etáreos de la sociedad moderna. Una historia positiva, con personajes humanos, con leves toques de feminismo de manual, pero todo ello, tratado en el sentido correcto del terciopelo… Con dos intérpretes de primera línea que tratan con mucha gracia un argumento totalmente previsible, que obedece a un propósito de comedia sentimentalista, pero entretiene y hace pasar un rato increíblemente auténtico.
jorge el curioso
31/3/16 11:32
Hola Diana y Marta....me imagino que eres la marta del blog de lis....bueno...claro que me gustó el filme...paisajes bonitos...si lo ves en hd es preciosa la vista de las calles y esas casas tipicas de ese barrio......tasas ,cocinas, rostros agradables , todo limpio(me encanta esa limpieza aun en los rincones mas lejos).....pero el mensaje para mi esta en la posibilidad que tiene un veterano de incertarse ...de encontrar un lugar...de ser util.......otorga esperanza..posibilidad.......que tal???..saluditos.
Marta
29/3/16 11:42
Completamente de acuerdo contigo la pelicula se ve facil, sin romperte la cabeza, sin sufrir y pasa el tiempo de forma agradable. Robert de Niro como siempre genial pero utilizado en una película que nada le aporta a su brillante carrera. Que bueno que la ví antes de tu comentario.
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