Entre los significados de “arrollar” está el de enrollar o envolver una cosa, pero en las congas que nos motivan se trata más bien de esclarecer y desenrollar subterfugios. Se trata de arrollar, barrer, artimañas y oportunismos; se trata de patentar que los cubanos queremos dialogar como hacen los tambores, las campanas y la corneta china, como el cuero y el hierro (percutidos por la tradición) y la voz (a coro con la esperanza) de los que arrollan, en marcha unida, hacia una Cuba mejor. Al ritmo y con las síncopas que más armonicen nuestras necesidades y potencialidades de hacer, para el bien de todos.
Me refiero a las congas de Virulo y Fabré, “Con Cuba no te metas” y “Vamos que de esta salimos”. Estrenadas las dos últimas semanas del 2020, como parte de la campaña comunicacional El Mambí del MINCULT y la Jornada por el 62 aniversario del Triunfo de la Revolución. Dos congas-fusión, de factura contemporánea pero que conectan con lo que ayer fuimos, sentimos y soñamos, que defienden la alegría y la cubanía, con mensajes profundos y vertidos en códigos populares. Dos propuestas artísticas más que pertinentes, cuando se nos intenta robar la alegría, como expresamos en la entrada anterior, y también la noción de lo que es arte.
“Con Cuba no te metas” fue una iniciativa de Yoel Martínez del Dúo Buena Fe quien le propuso a Alejandro García “Virulo”, componer una conga para interpretarla con la Conga de Los Hoyos. De los arreglos se encargaron Roelvis Reyes “Bombón” y Maykel García “Cuchilla” y de la producción musical Orlando Vistel, César “Pupy” y el propio Virulo. Fue grabado, mezclado y masterizado en el Estudios 18 de la EGREM. Se sumaron a interpretar el tema Moisés Valle “Yumurí”, Israel Rojas, Mayito Rivera, Ricardo Leyva, Amaray, Dayán Carrera, María Victoria, además del Coro Entrevoces, con la Dirección de la Maestra Digna Guerra. La legendaria conga santiaguera y la orquesta Pupy y Los que Son Son sustentan la base musical, reforzada con la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección del Maestro Enrique Pérez Mesa, y de Pancho Amat.
El videoclip de “Con Cuba no te metas” fue grabado en el Paseo del Prado, bajo la dirección general de José Manuel García y la participación de cientos de artistas, estudiantes y promotores culturales. Su estreno, ha causado un gran picazón entre ciertos anexionistas, tal vez por aquello de: “Preocupado el presidente anaranjado/ Viendo que las elecciones las perdió/ Solicita a los que le hacen los mandados/ Que se apuren pues la fiesta terminó/ Y mirando que se va a acabar el «baro» / Han formado un titingó”. Pese a la diatriba, contra el video y contra los artistas participantes es el Video Más Popular en canal Youtube del Ministerio de Cultura, con de 91 mil visualizaciones.
“Vamos que de esta salimos” fue creada entre el popular cantautor y su hijo Candito, el Travieso, quien además se encargó de los arreglos musicales. La conga tiene la característica sonoridad de la orquesta, y es destacable el empaste de la rítmica con los violines; lo que recuerda la memorable “Anoranza por La Conga” de Ricardo Leyva que puso a arrollar a Cuba entera, y más allá, por el 2006.
“Traté, a golpe de conga, de llevar un mensaje optimista a la gente, más allá del reconocimiento a los médicos, enfermeras y todo el personal de la salud que participa en la batalla contra la Covid-19”, comentó sobre su conga el destacado músico Cándido Fabré. Los cubanos -puntualizó el compositor al Periódico Cubarte-, nunca hemos estado indefensos, siempre preparados para enfrentar las adversidades y listos para el combate”.
En sus declaraciones, hizo un llamado al pueblo en general para que se comprenda la importancia de tener una conducta social responsable, “ahora estamos ante un enemigo invisible, muchos más peligroso y agresivo, y por eso tenemos que estar alertas para no dejarnos sorprender”. No obstante, enfatizó el cantante, esta no es la primera que Cuba se enfrenta a una situación difícil y ha sabido salir adelante, como se ha demostrado a lo largo de su historia.
La realización del audiovisual “Vamos que de esta salimos” fue dirigida por Carlos Gómez. Como el anterior tuvo el respaldo del Ministerio de Cultura y sus instituciones. Como era de esperar, el baile es el protagonista del video. Montado con una armoniosa edición de tomas de bailarines e intérpretes en identificables paisajes urbanos del Oriente cubano y del Malecón Habanero.
La conga, ritmo y baile cubano, nació en el siglo XIX, como parte de las festividades de los negros esclavos, en el llamado Día de Reyes. Debe su nombre al tambor congo, de origen africano, el cual se puede tocar lo mismo sentado, de pie, que marchando. Su base rítmica principal son los tambores, de diferentes tipos y afinaciones, acompañados con diversos instrumentos metálicos como cencerros, sartenes, calderos y campanas. Luego, se incorporaron instrumentos de viento, trombones, trompetas y la peculiar corneta china que caracteriza a las congas santiagueras.
En la década de 1930, la conga pasó de ser un baile esclavo, marginal, de negros, a convertirse en un baile de salón; siendo Eliseo Grenet y Ernesto Lecuona, dos de sus mayores defensores. También, llegó enlatado como caricatura del cubano, a los salones y filmes de Estados Unidos. Con el tiempo, llegó a ser parte de la cultura popular, plato fuerte de nuestros carnavales.
Sobre el baile de la conga dijo Grenet, en una entrevista en el año 1939: “El baile se reduce a marchar al compás del ritmo característico, en que alternativamente, en todos los compases pares, se destaca una síncopa que los bailadores subrayan levantando ligeramente una pierna y marcando el golpe con un brusco movimiento del cuerpo”.
Esa contagiosa cadencia y masiva coreografía, ha devenido en una expresión de nuestra identidad. Cada barrio tiene su toque particular; en Santiago se dice “por ahí viene la de San Pedrito”, “escucha la de Paso Franco”, “no es La Placita, ese repique es de Los Hoyos”. Quien ha arrollado con una conga, sabe de la peculiar interacción que se establece entre los músicos y el público participante, se borran las distancias, es una masa eufórica, una hermandad candente. Se disfruta descubrir el tema que toca la trompeta china; entre sudores compartidos, se propone un coro, de un tema del momento, que - a la inversa- repiten los músicos. Y así, de coro en coro, se invaden las cuadras, se expande el calor y color cubano.
Para arrollar, pasar por encima de todo lo malo, sigamos coreando este 2021: “Con Cuba no te metas” y “Vamos que de esta salimos”. Ah, y guardando las distancias físicas, no afectivas.
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