Con la presencia de prestigiosos académicos, líderes políticos, funcionarios gubernamentales y representantes de movimientos sociales e intelectuales comprometidos con los pueblos, provenientes de diversas latitudes, durante este lunes 29 y martes 30 de abril de 2024 La Habana vuelve a ser sede de un importante evento.
Nos referimos al II Congreso Internacional sobre los desequilibrios del mundo, las urgencias de paz y desarrollo y la necesidad de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), convocado por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) y la Internacional Progresista (IP), con el auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla.
El 1 de mayo de 1974 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó por consenso, aunque con importantes reservas por países occidentales, la Declaración y el Programa de acción sobre establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional.
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Tales acuerdos o resoluciones responden a los objetivos de alcanzar un sistema económico internacional basado en la equidad, la igualdad soberana y la cooperación entre todos los Estados, con el fin de corregir las desigualdades y eliminar las disparidades de desarrollo.
Aunque ello constituyó un hito en la lucha de los países del Sur por la justicia económica y en pro de su desarrollo hoy día el mundo intenta sobrevivir a crisis de todo tipo.
Entonces el Congreso que, antesala a la celebración de este Primero de Mayo tiene lugar ahora en Cuba, deviene escenario para el intercambio y el aporte de economistas, académicos, expertos y políticos del mundo, y de otras personas interesadas, sobre las problemáticas que hoy, como consecuencia de un orden económico, político, científico-tecnológico y militar internacional desequilibrado y con preponderancias hegemónicas, lastran el desarrollo y la paz mundial.
Como motivación para el análisis, se aplicará aquel enfoque dialéctico bidireccional planteado por Fidel Castro Ruz en 1987: “Es un axioma que sin paz no habrá desarrollo. Pero también es un axioma que sin desarrollo no puede haber paz".
Como declaró a este periodista Oscar Luis Hung Pentón, presidente de la ANEC y de la Asociación de Economistas de América Latina y el Caribe, las agudas tensiones económicas entre los Estados Unidos de América y China desde 2017, la pandemia de la COVID-19 a partir del 2020, los conflictos armados en Europa y el Oriente Medio, y el consiguiente deterioro del multilateralismo, han profundizado una situación de crisis sucesivas y superpuestas a nivel internacional en un contexto general de redefinición de la hegemonía.
Como expresión de ello, opinó, se ha debilitado de manera marcada la producción mundial y han aumentado las tensiones y contradicciones en el sistema de relaciones económicas internacionales.
Por eso durante los dos días de sesiones de este II Congreso en La Habana, dedicado al aniversario 5O de la adopción de las referidas resoluciones de la ONU, en paneles los participantes debatirán en torno al estado actual del Nuevo Orden Económico Internacional, la visión y la táctica para alcanzarlo; producciones básicas, industria y comercio; finanzas, deuda y sistema monetario internacional; ciencia, tecnología e innovación; clima, energía y recursos naturales, y gobernanza, multilateralismo y leyes internacionales.
"Nuestras naciones continúan estando en la retaguardia del desarrollo global, mientras cargan sobre sus hombros las consecuencias de las múltiples crisis y las desigualdades derivadas del injusto orden internacional vigente", dijo el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel el 25 de enero de 2023 en el discurso al Grupo de los 77 (G77) y China, en ocasión de la asunción de Cuba a la presidencia del G77.
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"Hablamos, acotó entonces, de un orden profundamente antidemocrático concebido para perpetuar el desequilibrio que, a despecho de las demandas históricas de los países de este Grupo, sostiene la riqueza de unos pocos a costa del empobrecimiento de las mayorías, manteniendo a los pueblos en desventaja económica y social permanentemente. condenados al subdesarrollo, la pobreza y el hambre".
Bien avisoraba Fidel cuando en el año 1985 planteaba:
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