Mipymes privadas en alianza estratégica con la empresa estatal; ese es el camino

Desde que en 2021 las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) fueron reconocidas como nuevos actores económicos, se han aprobado hasta la fecha unas 8 mil, la mayoría privadas, e independientemente del tipo de propiedad que ostenten el Estado cubano apuesta por una alianza estratégica entre esas y las restantes formas de gestión, es decir, la empresa estatal socialista, el trabajo por cuenta propia, las cooperativas y los proyectos de desarrollo local.

¿Qué aportan las Mipymes? ¿Son un problema para la empresa estatal? ¿Representan competencia o son aliadas suyas? 
 

Bajo el respaldo de documentos rectores como la Constitución de la República (2019), los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, la aprobación de los nuevos emprendimientos fue solo el primer paso en el camino hacia el necesario incremento de bienes y servicios.
 

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Aunque la valiosa contribución de las Mipymes se ha hecho sentir en determinados sectores y territorios, ha habido tergiversaciones en su andar como las señaladas recientemente ante los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular por Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación.
 

“Hemos estado apreciando una tendencia en el sector privado a la compra y venta de bienes finales, no de insumos y materias primas, los cuales se colocan en la venta para la población muchas veces a precios elevados.
 

“Este es un asunto que debemos de profundizar, porque si bien es cierto que está aprobado que las nuevas formas de gestión puedan importar para su producción, en los últimos meses hay una tendencia a la importación para la comercialización directa”.
 

De acuerdo con el alto funcionario el sector no estatal debe contribuir al desarrollo de la economía en el país y se deben corregir las distorsiones presentes.

Por su impacto en la vida de muchos cubanos el asunto ha generado interesantes matrices de opinión.

NO SON UN PROBLEMA SINO UNA OPORTUNIDAD PARA APORTAR A LA ECONOMÍA
 

El licenciado Daniel Torralbas Socorro, especialista de la Dirección de Regulaciones de Actores Económicos del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), ha comentado que las Mipymes no son un problema sino una oportunidad que tiene el sector privado para brindar bienes y servicios a la población y al país, a la vez que pueden coexistir las diversas formas de propiedad.

Fortalecer la gestión de los actores económicos, en especial la empresa estatal socialista como sujeto principal de la economía, es hoy una prioridad del país y así lo reafirma la Resolución del 8vo.Congreso del Partido sobre el Estado de la Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
 

En correspondencia con los señalamientos de los dirigentes del país y de los documentos rectores, Daniel recordó que aun cuando se está distante de su necesaria transformación o estremecimiento, la empresa estatal aporta los mayores volúmenes de bienes y servicios al Producto Interno Bruto, emplea a más de un millón y medio de los trabajadores, y a modo de ejemplo apuntó que en ella descansa la extracción de minerales, la producción de petróleo, los servicios de ferrocarril.
 

En comparación, unas 250 mil personas están insertadas en las formas de gestión del sector privado, precisó el joven especialista del MEP, así como la idea de que las Mipymes pueden encadenarse con el sector estatal y resolver muchos problemas de la población y de los territorios donde están ubicadas.
 

La Máster en Ciencia Daisel García Bello, directora territorial del gobierno en la provincia de Sancti Spíritus, tiene referencias de cómo y cuánto aportan al desarrollo local y con sus ingresos al Presupuesto del Estado.

Ella es del criterio que en la medida en que se logren las alianzas entre el sector público y el privado, las Mipymes dejarán de verse como una amenaza, máxime cuando miras la responsabilidad social que asumen en su demarcación.
 

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NECESIDAD DE SEGUIR TRABAJANDO PARA CONSTRUIR LAS ALIANZAS

Quizás por llevar 8 años vinculado al trabajo por cuenta propia y haber vivido experiencias buenas y malas, al ingeniero Fernando Pérez Concepción, al frente de la Mipyme privada EMSI Farma S.L.R., no le falten razones al opinar que las anheladas alianzas aún no son tan evidentes.

Hay que seguir trabajando en aras de construirlas pues lo que existe son relaciones, considera alguien como él, cuya pequeña empresa particular -en incubación- está insertada en el Parque Científico Tecnológico de La Habana.
 

Precisamente un ejemplo de cuánto los nuevos actores económicos pueden aportar al desarrollo del país lo es su Mipyme con sus más de 30 proyectos de automatización, que han evitado la paralización de plantas de la industria biofarmacéutica y ayudado a producir más de 70 medicamentos, incluidos colirios e inyectables.

Eso es contribuir a la soberanía tecnológica; aunque en opinión del ingeniero Fernando Pérez pueden hacer más cosas, soñar en grande, y en lugar de equipos hacer fábricas pues solo han podido llegarle a cinco laboratorios de Biocubafarma, grupo empresarial con más de 30 empresas.

¿POR QUÉ DISCRIMINAR O SATANIZAR AL SECTOR PRIVADO?
 

Hace tres años el sector privado solo podía invertir en 27 actividades, y al abrirse el diapasón como parte de la política de perfeccionamiento adoptada son hoy más de 2 mil las aprobadas, se han constituido 8 mil Mipymes y siguen llegando solicitudes al MEP.
 

Hay sectores estratégicos que el modelo económico cubano concibe como propiedad estatal; y por ello no se permiten clínicas y escuelas privadas, por ejemplo. Sin embargo, es amplia la relación en la que los nuevos actores económicos pueden invertir o encadenarse.
 

Al hacer estas precisiones Daniel Torralbas explicó que el reportaje ofrecido durante el programa televisivo sobre EMSI Farma S.R.L. evidenció que a contrapelo de lo que muchos piensan, las Mipymes no se dedican únicamente a la comercialización de productos, pues las hay que aportan en sectores clave, en la construcción, las que brindan servicios a empresas y en otros sectores, pero no son muy conocidas por el alcance local de sus aportes.
 

A veces injustamente se les confunde con un pequeño negocio en la calle, cuando podría ser un trabajador por cuenta propia u otra forma de gestión. También están quienes ilegalmente practican estas actividades, acotó.

Por ello su llamado a evitar discriminarlas o satanizarlas, sin tener todos los elementos posibles.

CAMINO A LA ANHELADA ALIANZA ESTRATÉGICA
 

Incluso se ha avanzado camino hacia la anhelada alianza estratégica. Por ejemplo, están las producciones cooperadas en las que la Mipyme pone la materia prima y la empresa, paralizada por falta de financiamiento, aporta la infraestructura y la mano de obra, todo lo cual permite reactivar esa rama o actividad.

Respecto a las ventas de determinados productos, acotó el especialista del MEP, hay muchos criterios, y el asunto tiene su lado bueno y el malo. 
 

Bueno en la medida que ante un escenario de escasez de ofertas las Mipymes están resolviendo un nivel de demanda, aunque no llega a todos. Malo, porque no podemos desarrollar la economía del país ni de esos actores a base de la importación de bienes finales.
 

Entonces como estado nos corresponde buscar más incentivos que estimulen el encadenamiento, la alianza entre las nuevas formas de gestión y las empresas, y por consiguiente le den valor agregado a las producciones y los servicios.
 

Pasar de la economía orientada al comercio a una de producción sería lo ideal, pero el problema está en el financiamiento y se necesitan políticas crediticias, fiscales y otras alianzas que podrían ser inversionistas extranjeros, manifestó el ingeniero Fernando Pérez Concepción.
 

Ante esta preocupación la directora territorial del gobierno de Sancti Spíritus le aclaró que una de las fuentes de financiamiento puede hallarla en la doble condición de ser Mipyme y Proyecto de Desarrollo Local.

Incluso Daisel García Bello es del criterio de que el tema de los altos precios en el país está asociado a otros factores internos, que no se pueden atribuir a las Mipymes, de la misma manera que hay actividades que solo ellas han podido llegar o cubrir y no la empresa estatal.
 

Desde el exterior se ha tratado de imponer una matriz de opinión dirigida a contraponer las Mipymes privadas a la política del gobierno cubano, de separarlas del modelo económico socialista, cuando sabemos que muchos de quienes dirigen o integran esas formas de gestión se han formado en Cuba, bajo los principios y valores de la Revolución.
 

Tal valoración en voz de Daniel Torralba llegó en los minutos finales de Cuadrando la caja, además de subrayar que podemos corregir las distorsiones surgidas durante estos dos años, etapa en la que hay resultados, como el hecho de que las Mipymes privadas han generado empleo, producen bienes y servicios a pequeña escala, aunque no todos se conocen bien, por lo cual la comunicación social sigue siendo una asignatura pendiente.

Tanto él como la Máster en Ciencia Daisel García y el ingeniero Fernando Pérez coinciden en afirmar que las buenas prácticas rompen los estigmas y percepciones erróneas sobre cuán necesarias son las Mipymes como complemento de la empresa estatal socialista o demás formas de gestión.
 

Estamos en un proceso de aprendizaje en el que la alianza estratégica es el camino.